CAPITULO 2

61 2 1
                                    

Abigail Johnson tenia mayores preocupaciones que las ofensas por parte de su profesor, Cada ves que ella llegaba a su casa debía cuidar de su madre enferma que por recomendaciones del doctor debía permanecer en cama la mayor parte del dia.

-Hija, no sabes cuanto me alegra verte. ¿Cómo han ido las clases? – Pregunto Margaret a su hija. Abigail no deseaba preocupar a su madre por lo tanto decidio mentirle sobre su dia.

-Oh Madre, ha sido un día increíble, fantástico. – Respondió la chica dándole una sonrisa de oreja a oreja.

-Me alegra tanto por ti querida, no sabes cuánto... - Margaret comenzó a toser descontroladamente, y de inmediato Abigail no dudo en acercarse a ella y encenderle el respirador.

-¿Qué te he dicho sobre apagarlo? Debes cuidarte, el medico te dijo que nunca lo apagaras. – Le dijo la joven enojada.

-Lo siento, pero el medico dijo que lo usara cuando lo creía necesario, mientras no. Así que no te preocupes, solo fue un ataque de tos. – Dijo la madre intentando levantarse de la cama.

-Madre, por favor, quédate en la cama, yo traeré lo que necesites, pero deja de esforzarte. – dijo mientras la detenía – necesito que estés mejor para mi graduación, por favor cuídate.

-Hija no sabes cuánto aprecio las cosas que haces, pero en este caso las necesidades fisiológicas son extremadamente necesarias para mí, es algo que aún me gustaría hacer sola – Margaret toco la mejilla de su hija con ternura y luego está la ayudo a levantarse.

Abigail Johnson continuaba torturándose al recordar los insultos de su profesor, era la hora y aun no podía evitar ruborizarse anti dicho recuerdo, y menos avergonzarse ante lo sucedido en su charla con él.

-¿Cómo puede parecerme hermoso alguien con un alma tan despiadada? – se preguntó a sí misma, pero por más que intentara hallar la respuesta a tal pregunta no la encontraba, así que decidió enfocarse en estudiar para su clase de cálculo.

Abigail se levantó totalmente ofuscada, desconocía en que momento se había quedado dormida. Ella no podía creer que estaba tan agotada mentalmente después de tanto estudiar cálculo.

-¿Qué horas serán? Oh Dios mío...  - se alarmo, pero al ver que eran las 5:30 a.m. se relajó de nuevo, ya que solo faltaban dos horas y media para estar en clases, así que se dispuso a organizar su escritorio y a ducharse, después preparo el desayuno y espero que llegara la enfermera que se encargaba de cuidar a su madre mientras ella no estaba.

-Buenos días señorita Abigail. –Saludo la joven.

-Buenos días Esther ¿Cómo estás? – pregunto dándole una amable sonrisa.

-De maravilla. Pero usted luce un poco agotada ¿Necesita que le ayude en algo? – la chica arrugo un poco la frente al notarle las ojeras y los ojos caídos.

-Pues solo es que estudie hasta tarde, nada del otro mundo y Gracias Esther solo colabórame con mi Madre. – Respondió esta y Esther asintió.

Abigail se centró en organizar su maleta y a peinarse para quemar tiempo, despues estar se maquillo un poco y finalmente se despidió de ambas mujeres.

Al llegar a la universidad se topó con Thomas y se disculpó por no llamarlo ya que se distrajo por completo y este acepto despreocupadamente.

-¿Has hablado con Emilie? Yo no he podido contactarla desde ayer. – Pregunto su amigo un poco preocupado.

-Pues la verdad, tu sabes perfectamente que estoy molesta con ella. Pero siempre puedes preguntarle a Eric.

PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora