Mi nombre es Tabata, acabo de mudarme de México a Japón, me gustaba mi país de origen pero mi familia se hartó de las condiciones en las que vivíamos, así que en cuanto uno de los artículos de mamá alcanzo cierto renombre hicimos nuestras maletas y vinimos a un país donde su profesión, en sus palabras, "es mas valorada", es así como viajamos medio mundo hasta aquí. Llevamos un año viviendo en Japón y ya dominamos bien el idioma, tan pronto como terminamos nuestro curso de japonés me inscribieron a la preparatoria y decidí entrar a trabajar para tener un dinero propio para mis cosas, con el cual compre los materiales que necesitaría para la escuela, y mañana es mi primer día.
(Tabata) ¿Quién sabe que me espera mañana? -Pensó con ansias, recostada a oscuras en su cama-
Al día siguiente...
Recién iniciada la clase la profesora me invito a pasar al salón para presentarme ante el grupo, ¡era como una escena de anime!, todo mundo estaba muy inquieto, los chicos me miraban con curiosidad y las chicas me daban la bienvenida con amigables sonrisas, todas menos una, la cual parecía más preocupada por no destacar que por otra cosa, la profesora me indico mi lugar y yo fui algo nerviosa a sentarme. La chica que me llamo la atención antes ahora estaba sentada a mi derecha, parece ser una chica bastante reservada y curiosamente no es japonesa al igual que yo, así que tal vez pueda conversar bien con ella. En mi país no era conocida por tener muchos amigos, así que mi meta en esta escuela será llevarme bien con todos mis compañeros, así que ¿Por qué no comenzar con la chica que se sienta junto a mí?
(Tabata) Hola soy Tabata ¿Cómo te llamas? -Dijo estas palabras en voz baja mientras continuaba la clase-
(Irina) Me llamo Irina -Respondió sin disimular su voz-
(Tabata) Mucho gusto Irina ¿Te gustaría comer conmigo en el descanso?
(Irina) ¿Quieres que yo te acompañe en el descaso? ¿Segura? -Respondió notoriamente extrañada por la propuesta-
(Tabata) ¡Claro! -Respondió amistosamente-
(Irina) -Miro al frente en dirección a la profesora y respondió- Si quieres.
Luego de esa pequeña platica continuamos prestando atención a la clase, o bueno, al menos yo lo hice, ya que mi amigable vecina al poco tiempo de nuestra conversación oculto su cara entre sus brazos y se durmió sobre su mesa. Poco antes de la hora del descanso noté que alrededor de los lugares donde estábamos sentadas Irina y yo había espacio suficiente para más mesas, sin embargo, esos espacios no se ocupaban, como si nuestros compañeros cercanos procuraran estar lo mas lejos posible de esta esquina, esto me resulto algo raro considerando que los japoneses son rígidos en cuanto al orden y seguimiento de las reglas, no supe la razón en ese momento así que decidí dejarlo pasar.
Unos minutos después termino la clase, resonó la campana que indicaba la hora del descanso y yo me levanté de mi asiento y comencé a buscar mi desayuno en mi bolsa. Note que en el momento que me separe unos cuantos metros de Irina todos los chicos se acercaron para hablarme, evitando acercarse a ella al mismo tiempo. No supe por qué se comportaban así, supuse que esa era su reacción al ver que soy extranjera y por tener un físico que se podría considerar atractivo, pero Irina no se queda atrás, sería normal que también muestren interés en ella, y aún así todos mantenían su distancia, sinceramente no lo entiendo. Cuando las chicas consideraron que los chicos ya me estaban agobiando les pidieron que me dejaran en paz, supongo que fue una excusa para tener espacio para hacerme sus propias preguntas, ya que justamente eso hicieron tan pronto consiguieron algo de espacio. Eran muy amables y me agradaba recibir su atención, pero había quedado en salir a comer junto con Irina, así que voltee a donde estaba sentada pero ya no la vi, mire a mi alrededor y me pareció ver su cabello alejándose por fuera de una de las ventanas del salón que mira hacia el pasillo, así que me disculpe con las chicas explicándoles mi situación y fui a alcanzar a Irina.
(Tabata) ¡Irina! -La llamaba repetidas veces mientras caminaba hacia ella a paso veloz, ya que estaba prohibido correr en los pasillos-
Irina al notar que la estaba llamando se detuvo con la misma expresión de rareza de hace rato y me dijo...
(Irina) Pensé que te quedarías con los demás en el salón.
(Tabata) -Un poco cansada por su caminata de hace rato respondió- Por supuesto que no, quedé contigo para comer juntas así que vine a alcanzarte ¿Por qué no me esperaste?
Irina no respondió, solo me devolvía una cara que reflejaba sorpresa y confusión. Al ver su reacción temí que al ser nueva en este país dije algo que la pudo haber ofendido sin querer, así que le pregunté...
(Tabata) -Con un nerviosismo que la hizo tartamudear un poco pregunto- ¿Qué pasa? ¿Dije algo que no debía?
(Irina) -Con una inseguridad mal disimulada en sus palabras respondió- N-No, nada, vamos a la cafetería entonces.
Así lo hicimos, fuimos a la cafetería donde Irina compro una leche de cartón para desayunar, lamentablemente perdimos algo de tiempo en el camino así que ya no quedaban lugares para sentarnos juntas. Si alguna vez has estado en una situación en la que todo mundo se te queda viendo conoces la sensación que yo estaba sintiendo en ese momento, ser nueva en una escuela ya te hace sentir insegura, pero ser nueva y ser extranjera en una escuela en Japón hace que esta sensación se multiplique por cien. Cuando entré al salón por primera vez Irina destacaba tanto como una flor azul en un campo de flores rosas, para los demás estudiantes en esa cafetería debí producir el mismo efecto, por eso me miraban tanto, con la inseguridad que esto conlleva decidí proponerle a Irina:
(Tabata) I-Irina ya no hay lugares aquí ¿Y si mejor me das un recorrido por la escuela, a ver si encontramos un lugar para sentarnos en otro lado? -Tartamudeo esas palabras-
(Irina) ¿Un recorrido? ¿Está bien que lo haga yo?
(Tabata) ¡Claro, después de todo solo te conozco a ti! -Contesto tratando de disimular su nerviosismo-
Creo que Irina entendió como me estaba sintiendo y no se negó, me dio un recorrido por casi toda la escuela, solo se negó a mostrarme la enfermería y una pequeña perrera que está dentro de las instalaciones.
(Tabata) Oye Irina, ¿No quieres descansar un rato en el jardín de allá? -Preguntó un poco cansada-
Ella acepto amablemente, nadie hubiera podido predecir lo que vi después...
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Mi Pequeña Novia Neko (Yuri)
Teen FictionEsta es una historia Yuri (Amor entre chicas) Son bienvenidos a leerla todos aquellos que disfruten este maravilloso genero tanto como yo Todos aquellos que se sientan incomodados por estas temáticas son libres de ignorar esta historia Sinopsi...