One

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Taehyung de momento iba teniendo un día... más o menos de mierda.

Se olvidó de sus zapatillas de deporte y el dinero para el almuerzo por lo que tuvo que soportar el hambre y un ausente en rojo en la asignatura de Educación Física; encima de eso les habían llenado de tareas extraclase hasta el cogote.

Uno pensaría que al estar en último año de instituto los profesores les darían un respiro con los exámenes de admisión a la vuelta de la esquina, ¿cierto?

¡Pues no!

Los malditos parecían empecinados en convertir sus últimos meses allí en una cámara de tortura medieval. ¡No era justo!

Sin embargo, ahí no acababa el mal día del chico, para nada. Por algún motivo que desconocía a alguna deidad allí arriba le desagradaba.

Cuando su hermano abrió la boca durante la cena y dijo que tenía una cita todo se echó a perder, aún más.

El mayor de los Kim comía como un oso negro recién salido de hibernar y sin prestar mucha atención a su entorno, era vagamente consciente de su hermano al lado hablando animadamente mientras su madre le escuchaba.

"¡Entonces me invitó a salir, mamá! No pensé que lo haría"

La señora Kim sonrió enternecida a su pequeño tesoro antes de masticar y tragar.

"Estoy muy contenta por ti, cielo. Esa es una gran noticia"

"¡Así es!" chilló tan fuerte que Taehyung casi pierde un tímpano, sin embargo lo ignoró ya que la comida era más importante. "¿Y bien? Me darás permiso, ¿verdad?"

Su madre pareció meditarlo unos segundos, tenía sus profundas dudas al respecto dado que no conocía de nada al chico. Pero tampoco quería ver esos ojitos que le miraban expectante empañarse en lágrimas, así que...

"Muy bien. Tú ganas, señorito" otro chillido más. "Pero Taehyung deberá acompañarte"

Espera, ¡¿qué?!

Tosiendo violentamente por un pedazo de papa que se quedó atorado en su garganta, tuvo que bajarla con un vaso de agua para restablecerse.

Seguramente escuchó mal, tenía que ser eso.

"No estarás hablando en serio"

Su progenitora enarcó una ceja ante su cara de espanto.

"¿Parece que bromeo?"

"¡No puedes hacerme esto!"

"No me alces la voz, Kim Taehyung"

Uh, acababa de llamarlo por su nombre completo. Mala señal.

Hora de cambiar de táctica.

"Mamá, estoy ocupadísimo en verdad" mendigó poniendo su mejor cara de pena. "En la escuela nos han dejado las tres pirámides de Egipto en tareas y ensayos y más tareas. No tengo tiempo para esto" casi le faltó llorar.

Su madre suspiró.

"Serán unas pocas horas, cariño. ¿Verdad, Yeonjun?" su hermano asintió como si se le fuese la vida en ello, como era de esperar. "Además te daré dinero y podrás quedarte con el vuelto"

Esa sola oración hizo que sus ojos brillaran.

¿Han oído la frase El dinero mueve el mundo? Pues bien.

No lo juzguen, la consola de última generación que quería no se compraría sola.

Aún así dio una afirmación escueta y refunfuñó un poco. Solo para mantener su orgullo.

Stealer ♡ 국태Donde viven las historias. Descúbrelo ahora