Two

130 17 0
                                    

Cuando entraron a la sala correspondiente esta ya estaba oscura y parcialmente llena. La pantalla se iluminaba con los créditos iniciales de la película.

No les tocó de otra que deslizarse de manera incómoda entre la hilera de mullidos asientos haciendo casi contorsionismo y teniendo cuidado de no pisarle un pie a alguien.

Fue una suerte encontrar tres asientos vacíos uno seguido del otro. Aunque si analizamos... No fue tanta suerte teniendo en cuenta que se ubicaban en la tercera fila.

Demasiado cerca de la pantalla. La gente prefería irse a hacer sus cochinadas al fondo donde había menos luz.

No se hubieran conformado con las sobras si el indeciso de su hermano hubiera elegido rápido entre palomitas sin sal o con mantequilla.

Para cuando lograron acomodarse y el trasero de Taehyung se derrumbó en el asiento su estómago gruñó ante el recuerdo.

Era un tonto por no haber querido cenar antes.

Pero antes no tenía hambre y las palomitas grasientas sobre el regazo de Yeonjun lucían más llamativas ahora de lo que recordaba.

A la esquina estaba Jungkook, mirando la pantalla sin desprender la vista de ella, en otro asiento estaba el castaño muerto del hambre y su hermano yacía en medio de ambos atragantándose. Y él sí que había cenado.

Taehyung hizo una mueca fulminado el perfil del pelinegro.

El muy imbécil solo compró un cubo de palomitas de maíz y dos sodas. Ninguna para él.

Y pagar sus propios comestibles no era una opción. Su madre solo le había dado cuarenta mil wones de los cuales se fueron casi la mitad en el ticket de su entrada, porque sí, Jungkook tampoco le pagó eso, y siendo sinceros no es como si lo hubiera dejado tampoco pero al menos la intención se hubiera apreciado, solo un poco.

En fin, que el dinero sobrante iría para sus ahorros.

Internamente sospechaba que Jeon estaba tomando represalias por lo de hace un rato cuando rechazó su dinero.

Salió rencoroso el individuo. Perfecto entonces, porque no era el único.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Las escenas en la pantalla iban reproduciéndose en frecuencia, fotograma por fotograma a la velocidad de la luz en movimiento hasta así llegar a transcurrir treinta y cuatro minutos del filme.

Los treinta y cuatro minutos más tediosos de la joven vida de Taehyung.

Para más tormento, era una película de ciencia ficción, increíblemente larga. Creyó que haciendo un esfuerzo sobrehumano y prestando atención a la trama se olvidaría de su tripa rugiendo pero no funcionó.

Stealer ♡ 국태Donde viven las historias. Descúbrelo ahora