Fifteen

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Taehyung troceó la cebolla en pedazos pequeños, a este punto estaba trabajando por pura memoria muscular mientras se mordía continuamente el labio.

A su espalda, Jeon estaba sentado en una de las sillas giratorias de la isla sin nada más que hacer que verlo cocinar, tomando su concentración y arrojándola por el respiradero.

¿Y qué demonios había sido eso allá arriba?

Jungkook tenía problemas de control de ira.

Bien, admitiría cuan molesto podía llegar a ser y aunque sabía que no le agradaba del todo ese mote, nunca pensó que le irritara tanto hasta el punto de arrugar su uniforme en un puño.

Taehyung hizo una pausa y aflojó la corbata todavía más.

Cualquier persona que los hubiese visto desde el exterior pensaría que era algún asunto candente entre amantes. Cuando repentinamente Jungkook lo vio como si quisiera... ¿Besarle?

Ah, hombre. Eso estuvo raro.

De nuevo se imaginaba cosas. Estaba en shock y sus neuronas no conectaban bien una con otra, eso era todo.

Todavía estaba luchando por calmar el desenfreno de su ritmo cardíaco. Su corazón no podía acelerarse por Jungkook. En su vida solo le había gustado una persona y sabía que se empezaba por ahí.

Como sea, la extraña tensión que se formó en la habitación de Jungkook los persiguió aquí abajo.

Ninguno había dicho nada desde entonces por lo que, dado que ni siquiera tenía una idea de lo que a Jungkook le gustaría cenar, empezó a adelantar primero las especias mientras los vellos de su nuca se erizaban en reconocimiento de que quizás la vista de Jungkook esté clavada en su nuca ahora mismo.

El chico sin duda era intimidante cuando se lo proponía.

Escuchó un leve carraspeo a su espalda.

"¿Por qué tus manos están tan frías siempre?"

El castaño se sobresaltó por la voz de Jungkook antes de girarse a verle. Qué manera tan burda de iniciar una conversación pero al menos apreciaba que Jungkook haya roto el hielo, para variar.

"¿Hmm? Oh..." miró su mano izquierda unos breves segundos, moviendo los dedos en un puño cerrado y abierto. "Es una condición. Algo relacionado con un tipo probablemente viejo y gris llamado Reynaud" bromeó echando las cebollas junto al ajo en el sartén. "Síndrome de Reynaud"

"¿Estás enfermo?" preguntó Jungkook sin ver la gracia en su sátira.

El menor se encogió de hombros, cada vez más relajado.

"Está bien. No es mortal, de hecho. Hago mi vida como el resto" dijo apreciando su preocupación por él.

Taehyung pulsó los botones de la vitrocerámica para reducir la temperatura al mínimo.

"Entonces... ¿Qué te hago de cenar?" dijo cambiando de tema. Una pregunta que lo hizo sentir un poco absurdo teniendo en cuenta el tiempo que llevaba aquí.

"Creía que ya lo habías decidido tú" dijo el pelinegro echando un vistazo desde su puesto hacia la sartén.

Taehyung se encogió de hombros.

"Solo estaba haciendo lo básico. Pimiento, cebollas, ajo, comino... Casi siempre son la base de cualquier receta" explicó sin querer ahondar mucho en ello. "¿Y bien?"

Jungkook se tomó unos segundos en pensarlo, mientras Taehyung removía con la espátula las especias en el sartén para que no se quemaran.

"Creo que Bulgogi me vendría bien... Después de todo" dijo Jungkook finalmente.

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