LO EXTRAÑO!...

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El se paro me pidió mi mano, para poderme levantar y cuando lo hizo, me propuso algo muy divertido.
-Em te reto a que me beses sin que yo me agaché-
-Ay no manshes- me reí bromeando -bueno vale-
El se paro y se quedo intáctil, me pare de puntitas, no podía estaba muy alto, salte ay no le atinaba, así que decidí colgarme como chango de el, el me ayudo y me termino cargando un beso hermoso.
-bien ahora yo te reto a algo- dije emocionada.
- Ah si, a que?- sonreí -tomarte 8 fotos conmigo- el puso cara de puchero -Pero no me gustan- reí y me burle de el -pico de banana tiene miedo- el río más que yo.
-Eso lo sacaste del Rey León-
-Ay si- volví a reír.-Entonces?...- el suspiro y asintió con la cabeza -SIIII!- grite.
Fueron las fotos más divertidas la primera sonriendo, la segunda haciendo viscos, la tercera riendo, la cuarta muaxeando, la quinta sacando la lengua, la sexta le di un beso en la mejilla, la séptima el me dio un beso en la mejilla y la octava la mejor foto de todas no hace falta decir como fue...
Dimos vueltas por la plaza, compramos un helado hasta que llegamos a Gap.
-Oh oh Fer- (dije emocionada)
- ¿Qué pasa?- preguntó preocupado. Sonreí, mire la tienda y el entendió a la perfección. -Ah si claro vamos- Gap era una de mis marcas favoritas, me encantaban las sudaderas en especial. Entre el iba atrás de mi, tome una sudadera color gris claro con letras azules, me encantaba estaba genial, tenía gorro y una bolsa en el centro con orificios de ambos lados. Mire el precio lo más increíble estaba en descuento, $150, yo traía $200, cuando ya estaba mas segura que nada que la quería voltee a mis lados para buscar a Fer se había perdido entre las sudaderas, bueno me iría formando la cola estaba grande, la cola iba avanzando y Fer no aparecía. Mi celular vibro.
-¿Qué pasa niña pequeña?- comencé a teclear
-Fernando ¿dónde estas?-
-Y si miras atrás!-
Volteé el estaba ahí, era un tonto todo el tiempo estuvo atrás de mi y no me di cuenta.
-Eres un tonto- lo bese
-Y tu una hermosa despistada ¿sabias?-
-si- le di un pequeño empujón
-Oye mira, me la voy a comprar- me enseñó la misma sudadera que yo había escogido pero para hombre. Lo mire y le enseñe la mía, el me la rebato.
-Oye ¿qué te pasa?-
-Yo las compro- puse cara de puchero -No Fer, tu sabes que no me gusta-
El se me quedo viendo dudoso.
-Emily es una de las cosas que te voy a poder comprar antes de que me valla por favor acepta- trate de analizar las cosas y tenía razón sobre todo quería algo que me recordara a el.
-Esta bien- le sonreí
Salimos de ahí con las sudaderas puestas.
Después de eso, comenzó a llover, por suerte nosotros nos habíamos estacionado en el sótano. Ya era hora de ir a Casa eran las 7:00 y al otro día había escuela.
Llegamos a su casa, por que me dijo que tenía algo que darme, nos bajamos del carro. Estaba lloviendo fuerte, pero realmente no sentía las gotas pues la chamarra enserio estaba pachona, excepto por la cabeza que no tenía el gorro puesto igual que el.
-Espera no encuentro las llaves- buscaba en sus bolsos del pantalón.
-Pero nos vamos a mojar- se acercó me tomo de la cintura y me comenzó a besar, un beso suave, delicado, en el se entrometían las gotas de agua. Era mi primer beso bajo la lluvia y no perdí el tiempo para aprovecharlo al máximo.
-Ya las encontré susurro-
Entramos a su casa, no había nadie, subimos a su cuarto, jalo un pequeño teclado se sentó en la cama y comenzó a tocar let her go eso me enamoraba lentamente, cuando acabó...
-Puedo tocar contigo- le pregunté
-Pero no hay espacio-
-¿seguro?- lo mire retándole, alejé un poco el teclado y me senté en sus piernas, había mucha confianza, realmente nos sobraba, su keyle comenzó a pararce. Y yo comencé a besarlo lentamente, lo que después se volvió algo desesperado, como si lo necesitara demasiado y realmente así era. Mis manos pasaban por todo su cuello y cabello, sus manos recorrían mi mentón mis mejillas. Nos separamos y nos recostamos un poco en las almohadas, yo estaba recostada en su pecho, el me beso la cabeza y me menciono.
-Te amo niña pequeña-
-Yo te amo mas mi vida- el me beso por ultimo.
Me dejo hasta la puerta de mi casa y le agradeció a mi padre por haberle dado la oportunidad de pasar un increíble día con su pequeña.

Ya estando apunto de caer rendida en mi cama, solté un suspiro el mejor suspiro de estar enamorada, se sentía como si me hubieran renovado, como si mi vida hubiera renovado, sentía empezar de 0's. Ya me estaba quedando Dormida cuando me marcan.
Valentina- Bueno Em hola soy val
Yo- Ah hola Valentina ¿cómo estás?
Valentina- De maravilla Em, oye Em te puedo hacer una pregunta.
Yo- worales te escuchas muy bien, si claro ¿qué paso?
Valentina- Cortaste con Eduardo ¿no es así? (Se escuchaba que tenía compañía no estaba sola)
Yo- Si así es val (dije un poco apenada)
Valentina- Oh lo siento Em bueno descansa (en el fondo se escucho que Valentina dijo -oh bebe- y un pequeño gemido)
Yo- Ehhh descansa.- no tarde ni in segundo en colgar, creo que era obvio que estaba muy ocupada.
🍁🍁🍁
Lunes por la mañana. Mi uniforme era hermoso era envidiado por la zona, era: pantalón de mezclilla skinny, blusa escolar con el escudo en el lado izquierdo, un suéter de cuello v y manga larga color turquesa, podías llevar lo que quisieras de tenis o zapatos, en mi caso conociéndome llevaba «converse» o «Adidas».
Llegué a la escuela exactamente 8 minutos antes de que fueran a tocar, corrí hacia mí loker avente mi mochila al suelo apurada, saque mis cosas y corrí apurada a dejar mis cosas a mi lugar, cuando ya iba a salir de ahí para la formación y que no me pusieran retardo, Eduardo entro, me sonroje demasiado sabia que lo iba a volver a ver pero no me imagine que fuera tan rápido, comencé a titubear.
-ah, ah, ah, Eduardo con permiso-
-¿Por que estas nerviosa?, tengo que hablar contigo-
-No estoy nerviosa,(dije muy molesta) no gracias prefiero que no me pongan retardo a hablar contigo- Valentina llego corriendo igual que apurada que yo, cuando noto la presencia de Eduardo lo miro, y después lo abrazó.
-Bebe te extrañe mi amor- dijo en tono de hipocresía, y luego le beso en la boca.
Era como si me clavaran en lo mas profundo de mi corazón una jeringa. Salí corriendo de ahí con los ojos nublados, no podía olvidar esa escena, me limpie la única lagrima que callo de mis ojos. En el calentamiento de mi formación, todo lo hice sin ganas, me dolían todos los músculos,

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