•¿Quien eres tu?•

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Amaneció nublado desde el principio, era como si el cielo se hubiera enterado del pacto y estaba preparándose para lo peor.
Es complicado explicar cómo estaba la mente de Fallo en esos momentos, su pequeña siesta había provocado múltiples pesadillas, recapitulación de su vida y alteraciones en el cuerpo pero sobre todo en la memoria, todo al mismo tiempo.

¿Alguna vez intentaste ir a un multiverso alternativo donde si tuviste algo o dónde no te paso x cosa, para intentar cambiar algo en ti?
Es más o menos lo que sucedía, solo que todo revuelto , aparecían y desaparecían objetos, personas, animales y plantas, cómo si se tratarán de fallos de sistema o como consecuencia de un virus.

El sol apenas se lograba distinguir por la nubes, Fallo había pasado toda la noche tirado en el pasto de en una montaña.
Entonces pasó, sus ojos empezaron a moverse lentamente, ya estaba despertando.

A pesar de que los rayos del sol eran débiles la luz le estaba molestando, le dolía la cabeza, intento taparse un poco con una mano en lo que sus ojos se volvían a acostumbrar y con la otra mano se apoyó en el piso para sentarse.

-Puta madre cabron, tremendo sueño que me dí, me duele la cabeza- declaró. Miro un poco el ambiente para intentar distinguirlo, cosa que no logró, había olvidado dónde estaba -Que hago yo aquí, yo debería estar en... en... ¿en dónde?- se cuestiono.

Intento levantarse de poco a poco, sus pies parecían dormidos. Cuando estuvo de pie y mantenia el equilibrio, recordó.

-A cierto, el trató con Dio- dudo -No espera, el dijo que no era un dios pero que me iba a ayudar, aún que debí imaginarmelo, el fuego no es cosa de Dios, momento ¿pero en qué me ayudó?-

Intento recordar algún detalle, pero no lograba, no entendía que pasaba y se estaba desesperando.

-¿Por qué no recuerdo nada? ¿Qué sucede?- y así se formulaba pregunta tras pregunta.

De pronto se dió cuenta de que habían unas cuantas pisadas humanas en el pasto, pero estás parecían quemarlo y poco a poco se iba desapareciendo cómo si se estuvieran enfría.
Iba a intentar seguirlas, pero un gruñido algo extraño lo detuvo.
Un zombie, pero no un simple zombie, uno bebé.
Fallo al ver tal moustro se sobresalto y dió un brinco, perdiendo el equilibrio por un segundo y recuperandolo en al siguiente.
Se miraron fijamente, parecían entenderse mutuamente, o eso creía Fallo, quien con su falta de memoria no tenía idea del peligro en el que estaba sin un arma de defensa o escudo.
Y sin el sol con el brillo suficiente era seguro de que algo no saldría bien

- Hee hola pequeño, ¿estás perdido como yo? ¿Y tus padres?- acercándose con lentitud.

El zombie al parecer no tenía intenciones de hablar, se abalanzó hacia Fallo rápidamente para morderlo.

- ¡No mames pinche niño hambriento!- tan pronto como comprendió lo que sucedía, salió corriendo en dirección contraria.

Fallo sorprendente era muy rápido, en poco tiempo, perdió al pequeño zombie, pero no sé percató, siguió corriendo como loco por su vida hasta que se canso y simplemente ya no pudo correr más.

- Puta madre estoy bien pendejo, cómo se me ocurre acercarme, estaba claro que no le agradaba, pendejo - habló con difícultad para respirar, mientras se sentaba al lado de un tronco de árbol -Ahora sí no se dónde estoy-

Después de un rato, le ganó el hambre y se decidió a subir el árbol en el que se encontraba ya que habían unas cuantas manzanas arriba.

•Me and the devil• NuggetSMP (Magllo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora