•Me and the devil• NuggetSMP (Magllo)

•Sigueme en este camino •

No había nada, estaba vacío todo era de color blanco, no tenía forma, era como estar en el universo, solitario, nostálgico e infinito. Sin superficie o tan siquiera algo de dónde agarras. Tal vez era el cielo, aún que se puede esperar más de un lugar al que se le diviniza como el lugar más hermoso y feliz de la existencia, cualquiera diría que por lo menos abrían nubes o un castillo con ángeles tocando trompetas y un sentimiento de paz y alegría esperandolos. El no sentía nada de eso.

Que más da, no era el cielo, definitivamente el no estaba muerto (es lo que quería pensar)
Parecía ser más un limbo entre vida y muerte donde se quedaba la gente que no fue ni muy buena ni muy mala o un lugar (si se podía llamar así) dónde habitan lo que no estan ni muy muertos, ni muy vivos, no estaba seguro.

Pero a todo esto, ¿el realmente quería saber dónde estaba? No, solo quería irse lo antes posible. Miro a un lado y al otro;nada...
Estaba en medio de todo flotando mágicamente, no había gravedad, pero por alguna razón podía moverse como si pudiera nadar.

Se movía de un lugar a otro sin rumbo como si de piscina se tratara, moviendo las manos y los pies.
Los segundos parecían minutos y los minutos horas, estaba empezando a entrar en un estado de desesperación, el hecho de avanzar y avanzar sin sentir ningún avance lo estaba carcomiendo por dentro. Era paciente, pero no tanto , si no encontraba como salir de ahí se volvería loco, además no podía hablar, movía la boca pero no salía ni un sonido de esta, ¿Que clase de paraíso era ese? Nisiquiera se merecía entrar al cielo, ni mucho menos al limbo, pensaba. Un segundo, ¿por que no podía entrar al cielo?, ¿que es lo que había hecho? No lo recordaba.
Ahora tenía pánico, sus manos empezaban a temblar y su respiración era más agitada, una sensación de culpa empezaba a llegar ¿que sucede?¿Porque le pasaba esto? Era injusto, no se merecía está desesperación

:¿A no? ¿Cómo estás tan seguro?- habló una voz femenina dulce, suave y segura, que resonó por todos lados con eco, proveniente de una luz rosa que parpadea y cambiaba de lugar con cada palabra-¿Que haces aquí?-

Se sobresalto, pero casi de inmediato entró en razón e intentó comunicarse, gritar, hablar, susurrar, hacer un ruido lo que sea, pero no parecía funcionar. Esa voz le traía comodidad, pero al mismo tiempo miedo

:¿No piensas responder? Que mal educado de tu parte, odio a los mal educados- expresó molesta la voz -Sin embargo voy a ser generosa, viendo la situación en la que estás, no pareces muy feliz.

Claro que no lo estaba, quien podría estar feliz en su situación, el por supuesto que no.

:Bien, bien tienes razón, esto es realmente lamentable- compadeció - Debería haber aparecido antes, pero tenía que ganar tiempo, tu me entenderás ¿verdad Fallo?-

Abrió sus ojos como platos, al escuchar su nombre, proveniente de otra voz lo estremeció, era como si incluso hubiera olvidado su propio nombre, además, como sabía ella lo que pensaba.

:Porque yo lo se todo- aseguro altanera y orgullosa -Y como lo se todo vengo a advertirte de algo muy importante y más que advertirte, vengo a aconsejar.

Fallo se quedó totalmente quieto esperando que ella siguiera, necesitaba respuestas, ¿Aconsejar?

:Sip, así como lo oyes, esto podría espantarte y tal vez causarte paranoia, pero ese ya no es mi problema es el tuyo, pero te deseo mucha suerte - mientras su voz avanzaba se iba haciendo más seria y fuerte como esperando el momento perfecto para hacer su bum definitivo, se aclaró la garganta y comenzó-