Zodiac Boy Group in the Kpop

018

— ¡Y hoy! —sentenció, golpeando la mesa del comedor con ambas manos— Vamos a cocinar.

— ¿Pero sabes cocinar?

— Tal vez sí, tal vez no —dijo, de forma dudosa—. Pero, debo de tener una receta por ahí.

— De aquí va a salir un incendio —murmuró el alacrán, divertido.

— ¿No es más sencillo pedir algo a domicilio para comer? —el arquero no compartía su misma opinión.

— No. Las sopas son horribles. Quería hacer... ¡Acá!

El chico levantó lo que parecía ser un trozo de papel arrugado, pero negó con la cabeza cuando vió que era una hoja de exámen, aplastada junto al mueble de la cocina.

— No sé que hace esto aquí —dijo, tirando el papel a la basura.

— ¿Soy yo, o esa nota era un-

— Bien, si no hay receta, entonces hay improvisación —interrumpió, mirando de nuevo a sus compañeros.

— ¿Y tú crees que tenemos manos de cocineros, Géminis?

— Pues, por supuesto —se encogió de hombros—. Graba esto, Sagitario se ensuciará las manos —dijo, en lo que acomodaba la cámara.

— ¿Qué- ¡Pero, yo nunca me ofrecí!

— Entonces todos ayudarán en algo.

— Bien, ¿qué piensas cocinar, entonces? —preguntó esta vez la cabra, en lo que se acercaba hasta el taiwanés.

— Realmente, la primera receta que salga en internet.

Es más, ni siquiera se fijó en cómo se llamaba la receta. Simplemente entró en la primera página en aparecer luego de buscar algo rápido en Google.

— La página está en inglés Gém.

Sagitario también se acercó al pelinegro, fijándose en qué decían las instrucciones de la página.

— Bien, hasta entonces, ¿puedes agarrar esto?

Le entregó sin previo aviso el celular a Sagitario, obligándolo a leer los pasos a seguir. Se quedó frente a la cámara, tratando de leer lo que se indicaba.

— Hmh... ¿Qué significa "slow"? —preguntó, en lo que entrecerraba sus ojos.

Escorpio se le quedó viendo raro, hasta que estalló en carcajadas mientras lo señalaba en modo de burla.

— Idiota, ¿qué te pasa?

— ¡Se supone que el que sabe inglés eres tú!

— ¿No que eras Australiano, Sagi? —preguntó también el pelimorado, divertido.

Recién allí reaccionó, y volvió a mirar la pantalla del celular de inmediato. Frunciendo su ceño, poco a poco fue comprendiendo y tomando sentido de la oración.

— Ah, claro. ¡Sí, ya sé de dónde vengo, tarados! —volvió a gritar, mientras sus demás compañeros seguían burlándose de él.

— ¿Como puedes ser capaz de olvidarte tu propio idioma natal?

— Ya, basta, déjenme.

— Bien, bien —contestó el escorpión, en lo que se levantaba y también se dirigía hasta ponerse frente a la cámara—. ¿Qué harán, entonces?

— Qué haremos, querrás decir. Escor, ayuda a calentar el horno.

Los miró con expresión de querer negarse, hasta que Sagitario lo empujó hasta el mismísimo electrodoméstico.