4° petalo

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No seré gentil, tenlo por echo ¿(+18)?

Se encontraba en cuclillas, maldiciendo a lo bajo, su respiración se tornaba cada vez más débil.

Se maldecía a sí mismo, y a su estupidez, sentía sus ojos picar, lo que indicaba que lágrimas de rabia e impotencia amenazaban con salir.

Pero eso era lo que menos quería hacer en ese momento, cerraba sus palmas con rabia, tocando su propia sangre, aplastando las flores que el mismo había escupido.

Ya se veía demasiado vulnerable, esa era la primera ficha del desorden que el castaño de cuatro ojos le había causado, no quería seguir sintiéndose así, lo odiaba, se sentía tan débil, su cansancio era notorio.

Pero las gafas no lo dejaban notar al exterior y al parecer le impedían ver a él lo que realmente pasaba.

-Ven te llevo a tu casa- le ofreció amablemente el castaño de ojos carmesí.

-No te preocupes- le dijo para ponerse de pie- estoy bien- el mismo sabía que esas palabras eran mentira, pero su afligido corazón se aferraba a ellas, era una mentira que el mismo debía digerir.

Él tenía una gran fortuna, su problema era muy avanzado, sentía las raíces brotar y agrandarse cada vez más en sus pulmones, las flores que le solían brotar fuera de su boca durante las noches, las cortaba, sus genes únicos de híbrido entre la cruza de un oso y un brujo lo hacían sobrevivir.

Pero dolía.

No podría tolerar el dolor por siempre, su cansancio lo vencería e inminentemente moriría, sus genes de oso lo hacían más resistente, y los genes de brujo le permitían quemar internamente las raíces que le crecían a sus adentros.

Pero seguía hiriéndolo.

Se preguntaba muy seriamente ¿Que hubiese sucedido si él no era como es? seguramente ya habría muerto desde el día en el que empezó a escupir las flores completas, ¿Como hubiese sido si fuese al revés? seguramente se hubiera culpado y reprochado hasta quitarse la vida por dejar que el muriese, pero esa su principal causa.

-Podemos explorar otro día cuando te sientas mejor ¿Vale? - le propuso el irse nuevamente el mayor.

Spreen se encontraba débil, necesitaba descansar, y no le negó la petición a Luzu, este se había ofrecido a darle un hombro en el cual apoyarse si se encontraba muy mal.

Roier era alguien excepcional, era casi imposible imaginar un mundo sin él, el chico era tan amable, divertido y carismático, su simpleza y forma de ser lo habían cautivado. Como la voz de una sirena en el mar, llamando a la lejanía a algún desgraciado marinero que por allí pasase, pero este al verla no se hubiese espantado, si no enamorado.

Se quedó pensativo, mirando a algún punto vacío del horizonte ¿Sería más fácil disculparme con Roier? Lo era, debía darle una disculpa, pero una sincera, una disculpa que reflejará su culpa, que le mostrará su arrepentimiento, el verdadero rostro que el quería mostrarle, el de un oso, el cual era débil frente a el, que se sentía seguro y deseaba sentirse así por siempre, y no el rostro del oso que fingia ser fuerte frente a el, ser rudo, frío y cortante.

-Ya hemos llegado Spreen, nos veremos luego, trata de descansar ¿Si? Adios- Le dijo el mayor tocando suavemente el hombro del chico para que despertase de sus pensamientos.

¿Es que acaso no podría estar peor? Nunca se dio cuenta que estaba cerca de casa, ni siquiera el ruido molesto del establo lo había aturdido estando cerca de allí.

.ᐟ .ᐟAmapolas 🥀ᰔᩚ.ᐟ .ᐟ [[Spiderbear💘]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora