.ᐟ .ᐟAmapolas 🥀ᰔᩚ.ᐟ .ᐟ [[Spiderbear💘]]

Prevalecer

Solo deseo tu felicidad

Habían pasado un par de días desde la llegada de Spreen y Roier el lugar, Roier trataba lo más que podía cada que iba hacia el parque de la zona cruzar con el oso. Cuando lograba su cometido lo llamaba, trataba de acercarse y veía como este bajaba sus orejas y se iba llevándose a Conter con él, sin siquiera voltear a verlo.

Su corazón sentía una pequeña punzada cada que Spreen hacia eso, "No me sorprende que lo prefiera por encima de mi", sus ojos empezaban a picar al pensar en ello, observaba que el oso se llevaba muy bien con el conejo de mameluco de dinosaurio.

No le importaba la locación, siempre parecía insinuársele, le mordía las manos dejando pequeñas marcas en ellas, y sus amigos se burlaban de lo sumiso y débil que se ponía Conter ante la presencia de Spreen.

Nunca había visto al chico actuar así con alguien, quería saber que se sentía ser la razón del por qué Spreen actuara de esa manera, pero solo podía observar a la distancia, porque el nunca seria esa razón.

La razón de que sonriera tontamente, que enrojeciera al hacer comentarios lascivos hacia su persona, que este posara su cabeza en su clavícula y aspirara profundamente su olor, o para ocultar su vergüenza o tranquilizase.

Que lo abrazase por la espalda sosteniendo con cuidado sus caderas, que observara sin pena alguna de las marcas que el mismo dejaba, que le gruñiera a quien intentase tocarlo, que lo sometiese a su gusto, que lo marcara como a un objeto, que lo mire a los ojos y le diga palabras bonitas que lo hicieran sentir mariposas en el estómago, que lo llenase.

Claro, no hacia todo eso, pero así lo deseaba, soñaba con ello, no está mal soñar ¿Verdad? Los sueños siempre serán el lugar seguro de alguien, que siempre obtendrá todo lo que desea dentro de ellos.

-Todo lo que deseo...- murmuro.

ו••×

Las horas habían transcurrido, era casi de noche, los residentes, mayormente amigos de Spreen se habían reunido para despedirlo, incluyendo a Aldo y Roier, el cual Aldo, de una extraña manera se había vuelto un amigo de Spreen.

- ¿Por qué no te quedas? Pronto se hará de noche y algo podría hacerte daño- Dijo el chico mostrando preocupación, ofreciéndole su hogar una noche más así no se hiciera daño en el peligroso tramo hasta su hogar en la noche.

Spreen aún no había subido al caballo, sosteniendo la polea de este se acercó al rostro de Conter, se bajó los lentes y respondió viéndolo fijamente a los ojos- Conejito, yo también quiero dormir tranquilo en una cama, pero saber mi problema, no me puedo quedar más-

-"Conejito" que apodo más estúpido- pensó de brazos cruzados, mordiéndose el labio inferior, se sentía celoso, lo sabía, el también deseaba un "estúpido apodo".

-Chapaloo!- Grito Farfa, Spreen  se colocó sus gafas nuevamente, y le hizo señas ofensivas y lascivas a Farfa y luego apunto a cierta persona, y este empezó a ruborizarse.

-Así te quiero ver wacho, con el orto bien cerrado- Dijo y subió al caballo.

Spreen se despidió con la mano y comenzó su trayecto a casa, Conter le había dado tapones para sus orejas, ya que este le había dicho que cuando llego el molesto ruido del galopar y los relinchidos del caballo, lo habían hecho sentirse mal y desmayarse. No quería que lo mismo pasara otra vez.

ו••×

-Oyee... Conter ¿Verdad? -

- ¿Eh? Oh eres tú, si, ¿qué sucede? - Le respondió el conejo albino animado.