.ᐟ .ᐟAmapolas 🥀ᰔᩚ.ᐟ .ᐟ [[Spiderbear💘]]

Marchitarse 🍋

Al final siempre te voy a escoger a ti (final)

Ya había pasado una semana desde que llego a casa, una semana desde que se enteró de su accidente, una semana sin salir de esa habitación, una semana soportando el olor a cloro del lugar, una semana llorando en silencio a la orilla de la camilla de hospital, una semana culpándose de que el pelinegro este como esta por su culpa.

Quackity le solía llevar ropa y comida, le dolía ver a su hijo así, le recordaba a él, Luzu solía ir y reconfortarlo, Vegetta y Rubius solían ir cada cierta cantidad de horas para ver su estado y dejar elixir así evitaban que muriese por la falta de oxígeno.

Había desarrollado una pequeña y triste rutina, solía acomodar sus sabanas, aunque este no se moviese, desayunaba en la cafetería del hospital, leía la carta una y otra vez, le hablaba durante horas contándole la infinidad de cosas que sabia, y terminaba llorando durante la noche para caer dormido sosteniendo su mano a la orilla de la camilla. Hasta había veces en las que se encargaba de podar las pequeñas amapolas que salían de su boca.

Era un nuevo día, otro comienzo más, una enfermera había entrado a cambiar una última vez los vendajes de las puntadas de Spreen, Roier estaba acomodando su cabello ya que hace poco había terminado de podar las flores de Spreen.

-Buenos días jovencito Roier- saludo la enfermera.

-buenos días- respondió.

- ¿Otra noche sin dormir bien? -

-Supongo...-

-Deberías ir a tu casa y descansar, ya tenemos demasiados pacientes por cubrir, no queremos que tu enfermes también ¿Verdad? - dijo para soltar pequeñas risillas. Roier sonrió ante el comentario de la enfermera- Ve a casa, estará seguro aquí, después de todo a eso nos dedicamos- le comento.

Roier quedo pensativo, no le vendría mal un verdadero descanso, ya llevaba días en vela por el chico de ojos lilas, pero tenía la esperanza que despertaría pronto.

-Serás de los primeros en ser notificados si despierta, ¿Estas bien con eso?, me preocupa tu salud - le dijo la enfermera al ver al chico que estaba sentado al lado de la camilla.

Roier se decidió por fin, le dio las gracias a la enfermera, tomo sus prendas, y le pido que le diera las gracias al doctor encargado de Spreen, se fue a casa, sabía que el oso estaba en buenas manos, no cabía duda de ello.

ו••×

-Roier.. hijo volviste- le dijo el castaño mayor recibiendo a su hijo con los brazos abiertos.

Roier no lo dudo ni un segundo y se lanzó hacia los brazos de su papá, de alguna manera siempre le habían trasmitido paz sus abrazos, no podía pedir más que ello para reconfortarse, sintió un gran agotamiento físico, mental y emocional y comenzó a sollozar en el pecho de su papá.

-Ya... ya, todo estará bien, lo prometo hijo, todo saldrá bien, créelo- dijo sobando suavemente la espalda de este.

- Todo es mi culpa... si yo lo hubiese perdonado el estaría aquí conmigo papá, lo siento..., dile al señor Vegetta... que lo siento mucho- dijo sollozando en el pecho de su padre.

-No, no digas eso, sabes que no es verdad, tu no sabias que él estaba enfermo, todo se debe a su enfermedad, por ella es que esta como esta- dijo para sostener el rostro de su hijo entre sus manos.

- ¿Y por qué duele tanto? ¿Por qué me duele pensar que el esta así por mí? Papa... por favor dímelo ¿Acaso soy yo el verdadero problema? - dijo soltando gruesas lagrimas por sus ojos.