⊱〔 Tentación | Cabo pompóm x Azulin. 〕⊰

Lastima.

P.O.V Azulín.

Después de dejar que Pompón se fuera pude regresar con total normalidad al campamento. Era común notar como todos aquellos ositos lo idolatran, lo saludaban a lo lejos mientras que el tomaba su camino directo a su oficina.

Había muchas cosas por las cuales debía pensar a solas. Cuando llegó cerró la puerta detrás de él dejando escapar un pequeño suspiro de alivio. Se sacó la máscara dejándola aún lado al igual que la capa.

Donde por fin, se puso delante del espejo de su baño privado. Era un ser horrible, una criatura que no tenía remedio alguno. . .entonces ¿Por qué continuaba siendo tan perfecto? Ante los ojos de los demás era un osito fuerte, valiente y que había logrado sobrevivir al bosque mágico cuando nadie más pudo hacerlo.

Sin embargo, aún así continuaba roto. Y es que hay ocasiones, en las que uno ya nace de esa manera. Y nada, ni nadie puede llenar esa clase de vacío.

Nisiquiera el incompetente Cabo que tenía a su servicio lograba hacer que su corrompido corazón sintiera algo más que por si mismo.

─ "Oh Teniente Azulín, usted es el osito más lindo y valiente de todo el mundo. Casemonos"

Imito la chillona voz del contrario para luego reír para sí mismo. Vaya que lo encontraba tan divertido.

Era algo que solamente una mente tan retorcida como la suya lograba encontrar divertido.

─ Ay Pompóm, siempre tan ingenuo e ignorante. Lográndose pisotear por mera aprobación de superiores. Me parece tan divertido y lindo.~

Miro su rostro en el espejo una vez más. Cuando noto aquella horrible cicatriz soltó un pequeño suspiro.

─ Es una lástima, era un excelente ayudante y lamebotas. No hay forma alguna de que sobreviviera a ese horrible infierno. Pero mantendré las esperanzas, después de todo. . . Que es el mundo sin un poco de diversión. Será más agradable decirle en su rostro.

Asintió levemente mientras el sonido de su reloj de pared resonaba en la habitación. Había olvidado su medicación, si no la tomaba tendía a tener alucinaciones.

─ Oh, oh. Creo que es momento de tomarlas, si no podría llegar a-

Cuando fijó su mirada en él espejo, la imagen que tenía ante sus ojos le llenó de un miedo acompañado de ira inexplicable.

─ Azulín, cariño. ¿Pero qué has hecho?

La osita que se reflejaba en su espejo era la causante. No podía creerlo, hace tanto que eso no había sucedido.

─ Madre.

Resonó por la habitación mientras fijaba su vista en el cristal.

─ ¿¡Y quién eres tú para juzgarme!? ¡Tú fuiste la primera en escogerlo a él antes que A MI. Eres una traicionera, pero yo no cometeré la misma equivocación madre. Yo ya escogí.

Y con un buen puñetazo, el cristal se rompió en pedazos, su corazón comenzaba a acelerarse dejándose llevar por la adrenalina del momento mientras se sentaba un momento en el suelo abrazándose a sí mismo para intentar calmarse.

"Voces" podía escuchar aquellas voces en su cabeza una y otra vez. ¿Acaso este era su castigo por las atrocidades que cometió? No. . .todo era producto de su cabeza. Solo una mente tan retorcida como la suya era capaz de generar cosas así. Se paró con cuidado notando las heridas sangrantes de la mano que había chocado contra el cristal.

Aunque no fuera capaz de sentirse relajado, podía mantenerse en pie. Se movió hasta su mesita de noche donde abrió el frasco con suma dificultad para sacar tres pastillas diferentes. Las metió a su boca y trago como le fue posible ahogándose un poco en el intento.

Pero al final, lo había logrado. Aquellas horribles voces habían cedido ante él una vez más. . . Él tenía el control y esta vez, nada se saldría de sus patas.

Y si tenia que quitar a uno, dos, tres osiros de su camino quitaría a quien hiciera falta para que todo lo que el deseaba se cumpliera.

Esa noche, durmió con dificultad luego de tener que ir a enfermería por lo de su mano lastimada. No quería tener más problemas de los que ya tenía.

Su cama se comenzaba a sentir vacía y aunque no quería admitirlo. Extrañaba tener la compañía de alguien más en ella. Así que mientras no estuviera Pompóm ¿Cuando malo sería tener a un nuevo invitado durmiendo con él?

Jamas lo notaria, además de que no habría diferencia. . . ¿No?