La Chica Extraña Viernes 13

~Capitulo 3~

Lisa se dirigió a su auto y notó que dos hombres sentados afuera de la tienda la miraban fijamente. Se apresuró a poner sus compras en el auto y condujo a casa lo más rápido que pudo. No había forma de que regresara a la ciudad a menos que fuera absolutamente necesario.

Estar rodeada de gente en la ciudad no era su idea de diversión. Ella solo quería estar en casa con Jason, se rió de sí misma. Realmente lo he perdido, ¿no? Prefiero la compañía de un asesino a la de la gente normal .

Subió el volumen de su música para ahogar sus pensamientos el resto del camino a casa.

Cuando llegó a casa, Jason no estaba allí, probablemente todavía estaba en el lago. Guardó todas las compras y puso la ropa que le compró en la habitación de invitados. Mientras se ponía las botas nuevas, escuchó voces afuera.

Una vez que se puso los zapatos, tiró la chaqueta de Matt y agarró un cuchillo de la cocina antes de salir por la puerta trasera. Escuchó atentamente las voces y no oyó nada. En silencio se asomó por la esquina de la casa, todavía nada.

De repente, una mano le tapó la boca y le arrancaron el cuchillo de la mano. Intentó gritar, pero la mano de su atacante los ahogó. Un hombre con una gorra de béisbol se acercó a ella desde el otro lado de la casa. Era uno de los chicos que la miraban cuando salió de la tienda. No había duda de que el hombre que la atacaba era el otro. "Oh, ya la tienes. Siempre tienes toda la suerte". Sonrió mostrando sus dientes muy separados.

Comenzó a destrozar salvajemente cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Ella agarró su brazo que cubría su boca y le clavó las uñas. "¡Joder! ¡Earl trae tu tonto trasero aquí y ayúdame a sujetarla!" El otro hombre ayudó a sujetar sus brazos y los ató frente a ella con una pequeña cuerda que le dio su atacante.

"Creo que casi nos esperaba. Mira lo que llevaba cuando la agarré". Pateó el cuchillo que yacía a sólo unos metros de ellos. "Bueno, ¿no será divertido entonces?" Earl agarró a Lisa y la tiró al suelo boca abajo. Gritó tan fuerte como pudo mientras giraba las muñecas de todas las formas posibles para aflojar la cuerda.

"Oh, vamos ahora..." El otro arrulló. "No es como si alguien pudiera oírte". Se sentó sobre su espalda y tiró de su cabello, echó su cabeza hacia atrás y la golpeó contra el suelo.

"¡Tú, hijo de puta endogámica, aléjate de mí o te voy a matar!" Podía sentir cómo se aflojaban las cuerdas de sus muñecas. "¿Qué dijiste, pequeña perra?"

Sus manos estaban finalmente libres y alcanzó el cuchillo. El hombre que aún estaba de pie puso su pie sobre su brazo antes de que alcanzara su arma. "¡Jasón!" Ella gritó. Por supuesto, la única vez que ella necesitaba que él estuviera cerca para matar a alguien, él tenía que estar en otro lugar.

"¿Jason? Ese niño ha estado muerto por mucho, mucho tiempo. Nadie va a escuchar tus gritos, así que es mejor que te rindas". El hombre le dio la vuelta y volvió a atarle las manos con más fuerza esta vez. Agarró el cuchillo del suelo y se lo acercó a la cara.

"Bien, pequeña señorita, no queremos tener que estropear esa bonita cara tuya. Entonces, ¿por qué no haces que esto sea más fácil para ti y cooperas?" Sus manos estaban atadas frente a ella nuevamente, las levantó y las llevó hacia su entrepierna tan fuerte como pudo. Dejó caer el cuchillo y se dobló rodando fuera de ella.

Antes de que tuviera la oportunidad de ponerse de pie, el otro hombre se sentó encima de ella y recogió el cuchillo. "¡Pequeña puta!" Le cortó la cara cortando debajo de su ojo. Instintivamente cerró el ojo para evitar que le entrara sangre, pero ya era demasiado tarde.

Ella gritó de dolor y llamó el nombre de Jason tan fuerte como pudo. "¡Ríndete y quédate quieta, pequeña perra!" Él tiró de su camisa rasgándola en el hombro. Empezó a tirar de sus pantalones. "¡Joder, no lo creo!" Ella agarró sus pantalones y bajó su cremallera. Él no trató de detenerla mientras ella sacaba su pene medio erecto de sus pantalones. Le clavó las uñas y le arrancó un trozo de carne.