La Chica Extraña Viernes 13

|~Capitulo 6~|

|-antes de empezar quiero explicarles que empezare hacer historias de Slashers, espero que le guste mi contendio mis queridos lectores-| 

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Cuando Jason finalmente la liberó del beso, ella dio un paso atrás y contuvo el aliento antes de mirarlo. Rápidamente apartó la cara de ella. "Oye, mírame". Él negó con la cabeza, ahora de espaldas a ella. Ella le puso la mano en el hombro y él se giró lentamente hacia ella cubriendo el lado derecho de su rostro con la mano.

El fuego en él se había desvanecido y ahora estaba atrapado frente a la chica. Observó su máscara en el suelo y antes de que él pudiera agarrarla, la pateó por el pasillo. Cuando él se volvió para agarrarlo, ella lo agarró del brazo con ambas manos y se lo quitó de la cara. Volvió a apartar la cara de ella. Sintió sus manos en su rostro y se rindió y dejó que ella lo viera.

Sus ojos buscaron rápidamente su rostro. Su ojo derecho estaba blanqueado y colocado más bajo que el izquierdo. Su nariz torcida con su boca torcida y todo el lado derecho de su cara parecía como si se hubiera derretido haciendo que se cayera. Sosteniendo su rostro entre sus manos, miró sus suaves ojos marrones. "No me importa esto..." Le acarició el lado derecho de la cara y él se estremeció. "Solo me importa esto..." Ella presionó sus labios contra los de él y luego soltó su rostro.

Miró a la chica asombrado de que ella lo besara, lo besó después de ver su cara horrible. Sabía cómo se veía él ahora y todavía lo deseaba. Parpadeó y la chica le sonrió. Ella pasó junto a él para recuperar su máscara y se la entregó. Lo tomó y mientras observaba a la chica entrar a la cocina se lo volvió a poner. El hecho de que ella estuviera bien con su rostro no significaba que él lo estuviera.

Se dio la vuelta al oirlo entrar en la cocina. No se sorprendió al ver que él ya se había vuelto a poner la máscara. Su cara no la molestó, pero no era la cosa más agradable de mirar. Realmente no le importaba si a él le gustaba mantenerlo cubierto la mayor parte del tiempo, el hecho de que incluso le hubiera permitido verlo era suficiente para ella.

Observó cómo la chica se quitaba el suéter y lo arrojaba sobre una silla en la mesa. Los nuevos moretones oscuros en sus hombros eran idénticos a la forma de sus manos y se mezclaban con los de ella, que se desvanecían de color amarillo. "¿Tienes hambre?" Él asintió, recordando que no había comido desde la noche anterior.

Ella les preparó bistec para su cena temprana y por una vez él comió en la mesa con ella. Apenas lo miró mientras él comía sabiendo que todavía se sentía incómodo estando desenmascarado a su alrededor.

Después de terminar los platos, se limpió el maquillaje de la cara con un paño de cocina. Jason inclinó la cabeza hacia un lado mientras pasaba el dedo por la cicatriz. Ella le sonrió y se apoyó en su mano.

Observó las marcas de los dientes que había dejado en su cuello queriendo dejar más de su marca en ella haciéndola suya para siempre, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en la puerta principal. Su cabeza se giró instantáneamente en su dirección, seguida pronto por su cuerpo.

"¡Jason no!" La chica corrió delante de él mientras se dirigía a la puerta. Se estaba cansando de las visitas, quería a la chica para él solo y necesitaba de quienquiera que estuviera esperando al otro lado de la puerta lo más rápido posible.

"¿Por qué tu primera reacción siempre debe ser matar?" Su ojo bueno se entrecerró en ella. Hubo otro golpe. "¿Hola? ¿Hay alguien en casa?" Una voz de niño preguntó detrás de la puerta. "No te muevas". Ella seguramente y él le devolvió la mirada.