La Chica Extraña Viernes 13

~Capitulo 4~ (LEMON)

La lluvia había cesado y las nubes se abrieron lo suficiente para ver el sol poniente. Jason estaba solo unos metros detrás de la niña mientras caminaban por el bosque camino al lago.

Cuando Jason terminó de desmembrar lentamente a la chica mala, Lisa arrojó los pedazos de ella en su automóvil y lo condujo varias millas por la carretera estrellándolo contra un árbol.

Jason estaba observando a la chica de cerca para asegurarse de que no empezara a deambular en la dirección equivocada o a caer en una de sus trampas. Los dos caminaron en silencio. La chica de vez en cuando le devolvía la mirada.

No le había dicho mucho después de chocar el auto de la chica mala. Se preguntó si ella estaba enojada con él, pero parecía bastante feliz mientras lo miraba torturar a la zorra. Había una trampa para osos que había instalado más adelante y observó de cerca a la niña mientras se dirigía directamente hacia ella.

Rápidamente la alcanzó y la agarró con fuerza por el hombro impidiéndole moverse más. "¡Ay! ¿Qué estás haciendo?" Su único ojo lo fulminó con la mirada mientras él la jalaba hacia atrás. Recogió una roca cercana y la arrojó en el medio de su trampa para osos escondida, lo que provocó que se cerrara de golpe y el cepillo que usó para ocultarla saltara.

"¡Mierda!... ¿Tú pusiste eso ahí?" Él asintió, luego reinició la trampa y arrojó más cepillo sobre ella. Ella lo miró por un momento. "¿Qué tal si lideras el camino ahora?" La chica lo agarró de la mano y entrelazó sus dedos con los de él. Hizo una pausa y miró sus manos juntas, y la chica le sonrió. "Vamos. Está oscureciendo". Ella tiró de su mano y él obedeció.

Sonrió para sí misma cuando las viejas cabañas aparecieron a la vista a través de los árboles. Pensando en todas las cosas que había hecho con él hasta ahora, se dio cuenta de que realmente le gustaba Jason. No tenían nada parecido a una relación normal, si es que se podía llamar así. Pero ella lo necesitaba, y podía decir que él también la necesitaba.

Finalmente atravesaron los árboles y la chica soltó su mano. Él la vio caminar hacia el lago y la siguió lentamente. Se sentó en el borde del muelle con los pies colgando sobre el agua y se tumbó boca arriba mirándolo.

Se veía tan pequeña acostada a unos metros de él. Ella palmeó el lugar a su lado. "Ven a sentarte conmigo." Obedeció y miró nervioso hacia el lago. La madera gimió bajo su peso. ¿Qué estaban haciendo aquí de todos modos?

Sentándose, ella le dirigió una mirada extraña. No estaba muy segura de qué hacer ahora que finalmente estaban allí. "¿Entonces, qué quieres hacer?" Él la miró fijamente por un momento y se paró en dirección a las cabañas. Ella lo miró fijamente por un momento, luego se puso de pie y lo siguió.

Miró por encima del hombro para asegurarse de que ella lo seguía. Cuando ella lo alcanzó, él la condujo a través de la cabina con las manos sobre sus hombros. Realmente no le gustaba que ella estuviera usando tantas capas de ropa. Soltando sus hombros movió una mano a la parte de atrás de su cuello. Al instante se tensó y lo miró, pero para su sorpresa no dijo nada.

Podía oler la cera de las velas y un ligero toque de descomposición cuando él la detuvo frente a una puerta y le soltó la nuca. Había luz asomándose por los agujeros en la puerta que obviamente eran del machete de Jason. Lentamente abrió la puerta delante de ella y la empujó hacia adelante.

Su ojo repasó todas las velas blancas derretidas y se detuvo en el agujero en la pared. Se preguntó qué sería la masa peluda en el agujero, pero tenía demasiado miedo de estirar la mano y agarrarla por miedo a lo que podría ser. Jason pasó junto a ella, lo recogió y se lo tendió. Era una cabeza humana podrida.

Ella jadeó cuando se dio cuenta de quién era la cabeza. Era de su madre y había transformado este pequeño baño en un santuario para ella. Los informes policiales decían que nunca habían encontrado su cabeza, ahora ella sabía dónde estaba. No quería ofenderlo ni molestarlo, así que aceptó la cabeza y la sostuvo frente a ella.