FREEZE | Hyunlix

V

-Meses atrás-

— Minho, ¿no tenías una cita con Jeongin? —Preguntó su madre mientras miraba al emnor cabizbajo.

— Si madre, pero Jeongin tuvo que posponer nuestra cita por un asunto que le surgió. Ahora será a las 6. —Contestó Minho.

— Oh ya entiendo Min.

— Descuida, volvere antes de las 8, justo antes de que las calles se queden solas.

— Esta bien hijo. Son las 5:38, ¿no creer que deberías ir preparandote?

— Tienes razón mamá. Iré a alistarme. —Respondió sonriente.

Pasaron 17 minutos, y eran las 5:55, por lo que Minho decidió subirse al coche para manejar al restaurante al cual habían quedado en encontrase. Llegó a aquel lugar a las 6:02.

6:02

6:08

6:12

6:16

6:20

Nada. Minho estuvo esperando por 18 minutos y su amado novio no llegaba. Empezaba a preocuparse. "¿Y si tuvo un accidente?" Pensó alarmado el castaño. "¿Y si lo secuestraron?" Minho estaba asustado y preocupado por el menor. "Tal vez solo se quedo dormido" Trató de calmarse.

Al notar que ahora ya eran las 6:27, decidió llamarle a su celular.

Un pitido sonó el el altavoz de su celular y luego una voz se escuchó.

— "Lo siento, el número al que usted marcó no esta disponible o está fuera de servicio. Le sugerimos llamar más tarde."

Minho colgó y volvió a llamar.

— "Lo siento, el número al que usted marcó no esta disponible o está fuera de —Minho colgó repentinamente.

"Mierda, Jeongin..." Dijo para su interior.

6:33

En ese momento, Jeongin entró a la cafeteria, estaba calmado, como si no hubiese llegado 33 minutos tarde a la cita a la cual acordaron llegar a las 6 en punto y sin falta. Cosa que solo Minho se preocupó por ello.

— Minho... —Murmuró Jeongin.

— Vaya, no pense que fueras a olvidar nuestra cita, ha pasado mucho tiempo desde la última que tuvimos que pense... —Se detuvo un segundo.— Pense que sería lo suficientemente importante.

— En verdad lo siento, no se me olvido solo que... —Penso dos veces lo que iba a decir, pero se retracto.— Había mucho tráfico.

— No sabía que eso era empedimento para ti Jeong, desde que chocaste tu coche, no manejas nada más que tu bicicleta.

— Una amiga me trajo...

— ¿Se puede saber el nombre Innie?

— Ryujin, es nueva en el curso y decidí ayudarla a ponerse al corriente con los apuntes y tareas, por eso pospuse nuestra cita, pero cuando veniamos en camino... La lluvia al parecer generó unos pocos accidentes que complicaron el camino hacia aca.

— No te preocupes Innie. Agradezco que mínimo te presentaste. —Contestó el mayor.

— En verdad lamento haberte hecho esperar Honnie...

— No es nada, siéntate, vamos a cenar. —Y trás decir eso, ambos chicos decidieron pedirse algo para comer, para después, poder platicar y ponerse al día de los chismes. Claro dandose una que otra caricia. Típico de parejas felices. 

Felicidad. Eso sentía Minho, pero su felicidad no duró mucho tiempo. Dos semanas pasaron después de aquella cita. Minho trataba de pasar el mayor tiempo con Jeongin, pues era su último año en aquella preparatoria, y quería disfrutar a su novio al máximo. SIn embargo, Jeongin no pensaba igual.

Siempre que Minho se acercaba a Jeongin, aquella chica que desconocía se le acercaba a su novio de forma coqueta. Minho trató de no ser celoso y no parecer un loco desquiciado. Trato de controlarse y ser comprensivo. Jeongin no socializaba facilmente, y le agradaba la idea de que por fin pudiera tener una "amiga".

Fue hasta que un día en la cafeteria -como era de costumbre- se sentó a lado de su novio Jeongin, cuando aquella chica se sento agresivamente a lado de Minho. 

Minho volteó a ver a la chica y después a su novio.

— Minho, ella es Ryujin, no había tenido tiempo de presentarlos. Ryujin, él es Minho.

— Su novio. —Agregó Minho. "Con qué esa es Ryujin". Pensó.

— Oh vaya, siempre me hablabas cosas maravillosas de él, pero nunca me dijiste que era tu novio Innie.

"Innie". Ese apodo era primordial para Minho. El había tenidola idea de apodarlo a sí, aunque era obvio, pues una manera bonita de abreviar los nombres era agregar cosas como "nie" al final de estos. Pero Jeongin solo le dejaba a Minho llamarlo así. Eso hasta que Ryujin apareció.

Pasó aproximadamente un mes después de ese incómodo encuentro. Hasta que Ryujin tomo las riendas de la situación. En el sentido en el que Minho siempre trataba de alejarla de Jeongin, cosaquea Ryujin en verdad le molestó. 

Aquella tarde soleada, una tarde perfecta, los niños corrían por las calles, Jeongin estaba afuera del campus y Ryujin a su lado. Se supones que "estaban esperando a Minho". Según Jeongin.

Ryujin se aseguró de que loque iba a hacer, lo viera Minho, en vivo y a todo color.

Cuando el castaño de nombre Minho abría la puerta de la salida del campus, Ryujin besó a Jeongin, sin darle tiempo de reaccionar, ni tampoco de que viera a Minho atrás de ellos.

Jeongin correspondió el beso.

Fue lo que más le dolió a Minho. Jongin no la empujo, o siquiera haberse apartado bruscamente y decirle "Tengo novio Ryujin". Pero no, nada de eso. 

Duraron más de 20 segundos el aquel beso que consumía a ambos. Uno lleno de amor, desgraciadamente, por parte de Jeongin. Pero lleno de vanganza por parte de Ryujin. Pues nadie podría alejarlo de Jeongin, cosa que Minho había intentado una infinidad de veces.

Cuando aquel besó se terminó, Jeongin miró a Minho aterrado. Minho solo camino hacia la parada del autobús. Y la peor parte para Minho, Jeongin no lo siguió. No fue detrás de él. No fue como en los K-dramas que son publicados en internet; donde la chica siempre va detrás de su chico, o viceversa. Pero no, eso no iba a pasar. 

Y Minho lo sabía. 

Así como sabía que no podría sentir lo mismo que sintió por Jeongin con alguien más. Así como sabía que su historia de amor había acabado en ese mismo instante. Su corazón hecho pedazos. No le dolía que Ryujin lo besara, sabía las intenciones de la chica y por algo trataba de alejarla de Jeongin. Sino que le dolío queMinho no se opuso al beso, así como tampoco intentó ir detrás de él para "explicarle la situación", aunque fuera obvio que no había explicación. Le dolió toda esa pasión que tuvo la desgracia de presenciar frente a sus ojos. 

Le dolió ser remplazado, un miedo que tanto le había costado superar, un miedo que no lo dejaría e paz por un buen tiempo.