Jacob
ꗃ17 de Junio
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- ¿Y?
- ¿Y qué?
- ¿No me piensas decir nada?
- ¿Qué quieres que te diga?
- No quiero que me digas nada. No supe qué pasó cuando me fui.
No tengo realmente esa respuesta. ¿Qué pasó? Me encontré con el dueño de cada espacio de mi mente y de mis pensamientos desde hace un tiempo.
Me encontré con ese que solo con sonreír o verme lograba hacer brotar todas esas emociones extrañas, incoherentes en mí. ¿Qué había pasado? Solo hallé al que me hacía sentir vivo solo con existir. Había estado con Abel.
Sin embargo, me limité en la respuesta:
- Nos fue bien.
- ¿Bien? ¿BIEN? - escucho a Adela gritar al otro lado de la línea - ¡Bien mis pechos! Llevas meses hablando de Él, ¿y me dices que solo "te fue bien"? ¡Quiero que lo digas todo! ¿De qué hablaron? ¿Tuvieron química? ¿Hubo match?
- No lo sé. Estás haciendo muchas preguntas.
- Pues TENGO MUCHAS preguntas, al menos responde esta. ¿Lo verás de nuevo?
Recuerdo su voz al decirme "me verás siempre". No mintió, le llevo impregnado en mi cabeza desde antes de que dijera esas palabras. Paso las noches pensando en nuestra charla en Otonia, pensando en cómo su cabello se movía por la brisa húmeda acompañada del rocío de la noche, en cómo nuestras manos se encontraron al despedirnos, y una sonrisa se convirtió en un una marca que dejó en mi corazón.
- Me ha dicho que le veré siempre.
ꗃ20 de Julio
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Ya ha pasado un mes desde aquella charla en Otonia, y ahora se me ha hecho rutina ir a aquel lugar.
A veces ni siquiera tengo ganas de tomar café, solo voy a verle, a hablarle, a pasar tiempo a su lado.
Cada día nos encontramos y disfruto cada uno de los descansos que le dan a su lado. Hablamos de todo y de nada, de tonterías, de sueños, de pasiones.
ꗃ30 de Julio
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Cada tarde en el mismo lugar junto a Él. Por alguna razón me gusta arreglarme, quiero ir más guapo a verle, no sé si lo logro, pero lo intento. Abel siempre usa el mismo jersey, su uniforme de trabajo.
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INEFABLE
ContoJacobo es un joven adulto promedio, va de su casa al trabajo y del trabajo a su casa; de vez en cuando sale a un bar si algún amigo se lo propone, y los fines de semana le encanta ir a tomar café. Y así se pasa los días, dentro de aquella rutina...