CAPÍTULO 2

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Se sintió avergonzado durante todo el tiempo que duro la película, estaban más lejanos de lo usual, Kei pensó que si la tocaba de manera inocente estaría mal, así que ni siquiera se tomaron de las manos como solían hacerlo.

Cada cierto tiempo, en especial cuando los personajes de la película tenían esa ridícula tensión, su estómago daba un vuelco y se sentía mareado, que ridículo.

Los créditos llegaron y dispuesto a intentar hablar las cosas se giró hacia su novia pero verla alejarse tan rápido como pudo lo hizo sentir débil.

Se quedó en el sofá un buen rato, pensando, estaba asustado, no quería arruinar su relación con Kyoko de un día a otro, pero ella parecía estar enfrascada en seguir enfadados ese día, pero por otro lado... se había sentido tan bien.

Abrazó sus piernas en el sofá sin pensarlo intentando ignorar lo mucho que sus ojos ardían, no iba a llorar, eso sería ridículo, pero la culpa no parecía querer abandonarlo. 

—¿Todo bien entre ustedes? —preguntó su madre llegando a la sala.

Lo estaba mirando, que vergonzoso.

—No lo sé —admitió derrotado— creo que arruine las cosas.

Escuchó a su madre reír levemente por lo que se giró insultado por esa reacción.

—¿Y qué haces acá? Ve con tu novia niño tonto.

Abrió la boca aún más sorprendido por la reacción de su madre para luego cruzar sus brazos con enfado. 

Ella tenía razón, debían hablar las cosas.

Fue hasta su habitación bajo la mirada de su madre para encontrar a Kyoko sentada en su cama mirando el suelo con las cejas fruncidas.

—¿Estás... bien?, aún es muy temprano para dormir ¿Quieres hacer alguna otra cosa?.

Pareció sorprenderse de verle ahí pero solo sonrió pensando que lo podría engañar pero no fue así, conocía la diferencia entre una sonrisa real y una falsa.

—Quiero dormir.

Que mentirosa.

Suspiró sabiendo que en esa situación no lograría ninguna conversación provechosa, ella ya estaba enfadada, no había nada que hacer al respecto.

—Bien, iré a ayudar a mi madre con algunas cosas, tú duerme.

Quizá había sonado más duro de lo que pensaba pero ahora él estaba un poco enfadado.

Volvió con su madre y sin decir una sola palabra se sentó junto a ella en el sofá para ver la televisión basura que ella amaba.

No quería estar enojado con Kyoko pero su mente no podía dejar de pensar tonterías.

Se sentía horriblemente culpable por haber tocado a Kyoko sin que ella lo quisiera, simplemente se había dejado llevar y como pocas veces solo había dejado a sus hormonas actuar, se había equivocado, pero por otro lado ¿Cuánto tiempo iban a seguir en esa actitud?, siempre que las cosas se acaloraban entre ellos se encargaba de fingir que no pasaba nada aunque podía sentir su respiración agitada.

Frunció el ceño fingiendo que veía la televisión, lo que menos quería era compartir lo poco de vida sexual que tenía con su madre.

Cerró los ojos recordando la forma en que las manos de Kyoko se aferraban a él y pronto se sintió disgustado de sus propios pensamientos una vez más.

Seguro para Kyoko era muy difícil mostrar su cuerpo a alguien y él como su novio debía apoyarla.

Pasaron horas hasta que volvió a su habitación para encontrar a Kyoko dormida en su totalidad, se cambió a pijamas e intento no despertarla cuando tomó su lugar en la cama.

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⏰ Última actualización: Jul 22 ⏰

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Reflection [Tsukishima Kei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora