Capitulo 1: ¡un perro conoce a una perra!

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 (RANDOM DISCLAIMER: este fanfic NO está hecho para el publico objetivo de Bluey: bebés o niños pequeños

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(RANDOM DISCLAIMER: este fanfic NO está hecho para el publico objetivo de Bluey: bebés o niños pequeños. Si no tienes la edad o madurez suficiente para leer una historia que toca temas como las relaciones de pareja, los problemas mentales, la vida de jóvenes adultos, el sexo, la enfermedad, la muerte u otras cosas de gente grande y madura como yo (JAJAJAJ), te pido encarecidamente que te retires de aquí y veas la serie original de Bluey: es una joya total y es apta para TODO PUBLICO. También te digo que yo, la mente maestra detrás del fanfic, solo he pisado la universidad una docena de veces en mi vida y nunca he tenido pareja (¿por qué será?), por lo que nada de lo narrado aquí está apegado a ningún tipo de realidad. Esto es entretenimiento juvenil y YA. Sin más que agregar, disfrute de esta cursi historia de romance perruno guau guau. ♥♥♥)

Era una amena mañana de marzo y el joven Mackenzie se encontraba alistándose para ir a la universidad. El fulgurante sol bañaba su pelaje blanco y negro, como la luz de un proyector traspasa la cinta de una película de antaño.

Estaba nerviosonado; deseaba con anhelo reencontrarse con sus queridos colegas de la infancia: el rustico Rusty y el jocoso Jack.

Mientras enfundaba su cuerpo en la camisa más ahuyentadora de damiselas, perdió la mirada en un recuerdo, similar a un niño que pierde su juguete favorito entre ruinas de lego y pilas de corotos.

El instante fue violento.

Pero Mackenzie volvió en si, terminando de subirse los pantalones, colocándose los zapatos y saliendo del cuarto para desayunar.

Tras nutrirse, se despidió de sus padres, sin saber que sería la ultima vez...

La ultima vez que saldría sin sentir mariposas en el estomago.

Mackenzie, en su bicicleta roja viajó por las bellas calles de su cubico y pastelcolórico mundo, hasta llegar a la universidad cuyo nombre dejaré a vuestra imaginación.

Él escuchaba atentamente la multitud de voces, el ring ring de otros ciclistas y los trinos de las aves. El viento soplaba delicado ASMR en sus orejas disparejas y las hojas de los arboles marchaban sobre él.

Mackenzie se adentró al campus y logró vislumbrar a Rusty debido a su coloración oxidada característica.

Él cargaba una patineta debajo de la axila y comía con deleite una empanada cumeada en salsa de ajo. Los ojos cafés de Mackenzie destellaron nostalgia: recordó los tiempos de su infancia bajo el cuidado de la maestra Calypso, jugando al explorador espacial con sus amigos. Recordó agujeros negros y revelaciones, y los tarareos de canciones que se escuchaban danzar en aquella linda pradera.

Mackenzie rebobinó su cinta y se aproximó con viveza a Rusty, saludándolo tras pasar meses sin saber nada de él.

-¡Hey Rusty! ¿cómo has estado? ¿qué has hecho? -lanzó con una energética sonrisa.

JUDENZIE LOVESTORY (Judo x Mackenzie / otro fanfic de Bluey~)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora