-La noche de hoy era acompañada con una ligera lluvia, un híbrido de oso polar y un pequeño híbrido dragón se encontraban en una de las oficinas de la federación del Qsmp, el oso le había propuesto al más joven que se quedará afuera para llevar a su "abuelito" a la casa con su papá, ya que el albino tenía que hacer algunas cosas más para evitar levantar sospechas de porque se llevó al castaño de sudadera negra. Justo así fue, el de cabello largo alteró algunas cámaras de seguridad para evitar que lo vieran, así llegó a la pequeña habitación donde se encontraba Luzu, habriendo la puerta con sumo cuidado para evitar hacer ruido
Nussaa: Buenas noches 0031, por favor acompañeme
Luzu: eh, cucurucho, ¿Que hacéis aqui?
Nussaa: clasificado, ven
Luzu: eh, de acuerdo- el castaño salió del cuarto siguiendo al albino al igual que obedeciendo sus indicaciones
Nussaa: baja las escaleras y camina todo el pasillo frente a ti, verás una puerta negra, sal por allí, alguien te llevará a la casa de tu hijo
Luzu:espera, no entiendo nada, ¿quién me espera? ¿Podéis al menos darme alguna explicación tío?
Nussaa: no- comento dándole un ligero empujón al castaño para que se apresurara a irse, al no ver que esté se fuera saco un arma apuntando al castaño, el oso no contaba con mucha paciencia, quería terminar con esto ya para volver con roier, le daba miedo dejarlo solo en casa estando tan indefenso ahora- ¡camina!
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-Bobby y Luzu corrían hacia la casa de roier, no importaba si se mojaban por la lluvia, el de sudadera negra debía llegar lo antes posible con su hijo, no conocía el estado actual de el, y le daba miedo que fuese algo malo, el oso albino no le dio alguna explicación, y el pequeño no sabía con exactitud lo que tenía su padre, al llegar a la casa del arácnido el castaño de ojos rojos rompió una de las paredes para poder pasar y buscar a su hijo por toda la casa, subió a la tercera planta junto al niño. Fue allí cuando todo su mundo se comenzó a caer, su pequeño se encontraba en una esquina llorando mientras temblaba, sin pensarlo corrió a el cubriéndolo entre sus brazos
Luzu: ¡Roier! Mi niño ¿Por qué lloras? Tranquilo bebé, papá ya está aqui contigo
Roier: ¿papá?- al ver el rostro de su padre sin dudarlo lo abrazó aferrándose a el como si su vida dependiera de ello- no te vayas, quédate conmigo, no quiero estar solo, t-tengo miedo de que el regrese y me vuelva a lastimar
