¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
01/06/2016
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La sala de estar estaría en penumbras sino fuera por la tenue luz de la lámpara que había en la mesa de café. Bible yacía en el sofá, esperando a que su novio se dignara en aparecer. Ya era poco más de la media noche y Jeff aún no llegaba a casa. Con teléfono en mano, Bible marcó el número de su pareja y cuando el tercer timbre sonaba, la puerta del lugar se abrió, dejando ver a un Jeff algo pasado de tragos y con su estuche de guitarra sobre la espalda.
— Estas no son horas de llegar, Satur. —Reclamó, párandose frente al mayor.
— Estaba con unos amigos, el tiempo se me fue volando. —Él intentó excusarse.
Jeff caminó entre trompicones hacia las escaleras y antes de siquiera llegar al principio de estas, una mano en su hombro lo hizo voltear abruptamente.
— ¿Ahora qué? —Preguntó, tragándose un improperio.
— P'Mile y P'Tong dijeron que no estabas con ellos, Jeff. Será mejor que digas la verdad.
El menor de la pareja tenía el ceño fruncido, la respiración acelerada y las manos hechas puños con los nudillos casi blancos por la fuerza que utilizaba para apretar.
— Eres mi novio, Bible, no mi madre. —Renegó, soltándose con un manotazo del agarre del menor.
— ¡Bien! ¡Si ser tu novio implica tener que esperarte toda la noche despierto, sin saber dónde estás, si estás bien o si algo te pasó! ¡entonces no quiero ser nada tuyo!
