Sasuke, Sakura y Naruto estaban viendo un lado de la comuna que los hizo dudar de todo lo que por años les habían hecho creer. Dudas, enojos y traumas desatados por el mismo líder que unió sus destinos desde pequeños y al que ahora obligarían a que...
DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.
WARNING: Esta historia contiene descripciones y menciones de actos de violencia sexual, física y psicológica, así como de temas de abuso de poder y adoctrinamiento religioso. Por favor, tomarlo en cuenta antes de leer.
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Capítulo 6. Los que ya no quieren llorar.
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Finalmente, luego de casi un mes encerrado (o más bien escondido) Sasuke tuvo el valor suficiente para salir de su hogar. Sentía que ya había pasado una eternidad adentro, tanto así que inclusive a la curación de sus manos le faltaba poco para concluir. No lo había planeado con antelación, ese día simplemente se despertó y decidió que ya tenía que ponerle fin a su encarcelamiento voluntario. Así que cuando estuvo afuera no tuvo idea de a donde ir o que debía hacer para retomar su vida normal.
Como Orochimaru le había comentado, seguro ya habría alguien cumpliendo con sus tareas. Lo más lógico era ir a su guardia a pedir otras, pero, sinceramente, no se le antojaba pasar su primer día de libertad en mucho tiempo, trabajando.
Tampoco tenía particular hambre, así que ir a la cocina, donde seguro estaría su madre, no lo consideró como una opción.
Una fugaz idea se le pasó por la mente, pero la deshechó casi de inmediato. Aún era muy temprano para que su novia tuviera el día libre y pudieran pasarlo juntos.
Prefería poner esa excusa sobre pensar en que ella estaría molesta con él por haber desaparecido tanto tiempo. Aunque, en su defensa, ella tampoco había aparecido en su hogar para verlo ni una sola vez.
Desde su lugar, apenas unos pasos lejos de la casa de sus padres, algunos miembros de la comuna lo observaban con interés y luego de darle un pequeño saludo, se iban murmurando entre ellos. Nunca se había puesto a pensar en si los demás habitantes de la comuna, fuera de su círculo cercano, estarían enterados de su ausencia y sus razones, pero ahora podía ver que, en efecto, lo sabían.
Seguro ahora que finalmente había salido, sería la novedad y el tema de conversación favorito de Konoha.
Suspiró frustrado por la idea, odiaba ponerse en el centro de atención.
—Sasuke-san... — lo llamó una doncella acercándose a él, cuyo nombre sinceramente no recordaba.
Venía acompañada de otras tres chicas, parecían algunos años más jóvenes que él y no pudo identificar a ninguna.
Como saludo simplemente inclinó la cabeza y las vio reír de forma sospechosa.
—Nos alegra mucho a todos que ya terminará su periodo de reflexión — le comentó una de las mujeres con una sonrisa falsa que consiguió incomodarlo.