Pero cuando mi hermano toco la puerta de mi habitación,borre mi sonrisa y lo mire de la peor manera posible.
—¿Volviste viva?.-me dice jugueton y le aviento una almohada
—¡Eso que te importa!,¡bien que sabias lo que se tenia entre manos!.-le grite en reproche y Mauricio sonrio mientras se acercaba a mi cama —Fui tan tonta en creerme las advertencias que ustedes me hacían,todo este tiempo conocían a Ovidio y me dejaron en charola de plata.
—No te enojes Princesa.-me dice calmado y lo miro muy mal —Oye,pero si te la pasaste bien.
—¿Y eso que tiene?,ustedes me mintieron diciéndome que no me dejarian ni ir a la tienda sola,y vaya sorpresa me lleve cuando ese idiota me subió a su coche.-le cuento y Mauricio tan solo se ríe —¡No es gracioso!
—Es un idiota.-se burlo —Bien clarito le dije que fuera discreto,maldito.
—Imbecil,me vendiste a un narco.-le dije enojada y él negó rápidamente
—Ah no,si no recibes nada a cambio no puede llamarse así.
—Aún peor,¡me regalaste!.-digo exaltada y el vuelve a negar
—No,nada de eso.-dice y me mira —Lo unico que hice,fue regalarle 30 minutos contigo para que charlaran,yo no sabia que te iba a raptar.
—Tu le tienes tanta confianza,por dios es un narco.-le dije incredula
—Ya pues,lo siento.-se disculpo —No vuelvo a ayudarte a buscar un novio.
—¡Dios santo Mauricio!.-explote levantandome de la cama y el dio un salto al verme tan enojada —¿Crees que necesito ayuda para buscar un chico?,yo era feliz asi de soltera,estos tipos no aceptan un no en respuesta.
—Perdon.
—¡No te quiero volver a ver,eres un idiota,y todos unos traicioneros!
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Ya cuando me calme un poco,baje a desayunar algo,creo que a eso debía mi mal humor.
Cuando baje,no solo me encontré a mi tonto hermano,también estaban los otros dos torpes que siempre lo acompañaban.
Gerardo al verme,tan solo bajo la mirada,como si eso fuera a calmar mi enojo hacia ellos.
Ah no,todos están en complicidad con Mauricio y Ovidio.
No los voy a perdonar tan fácilmente.
—Conmigo ni te enojes linda,yo recién me voy enterando.-se defiende Juan
Yo paso directo al refrigerador sin dedicarles ni una sola mirada,ni una palabra.
Que reflexionen sólitos,estoy muy enojada.
Saque una botella de agua,una manzana,y me prepare un sándwich bajo la mirada de ellos tres.
Ni siquiera van a decir algo para defenderse,son tan idiotas.
—No puedo creer lo que le hicieron a la princesa.-habla Juan queriendo romper el silencio
—Es que...-hablo Gerardo pero mejor se quedó callado
—Fue cosa de vida o muerte.-dijo Mauricio y yo solte un leve gruñido llamando su atencion —Tu sabes como es Ovidio.-dijo viendo a Juan y yo mejor decidí salir de la cocina como toda una diva empoderada y molesta con mi comida en manos
—¡No puedes estar enojada siempre!.-me grito Gerardo
—¡Mira como si puedo pendejo!.-le grite de vuelta y me volví a encerrar en mi habitación
Agh estos estupidos en serio no me conocen enojada,siempre que estabamos juntos,era pura diversion y risas,ahora van a conocer a la Anahi orgullosa.
Justo cuando iba a morder mi manzana,un telefono empezo a sonar,mire extrañada mi cuarto,ya que no era mi telefono el que sonaba.
Fui hasta donde provenia el sonido,y me encontre con un telefono ajeno al mio,dentro de mi mochila,la cual Ovidio me habia dado ayer por la noche.
Por curiosidad respondi el telefono.
—Hola.-respondi al ver en la pantalla el nombre de "patron R"
—Mi gatita chula,¿como desperto?
Claro,es él.
Ovidio me planto un telefono en mi mochila.
—Igual de bella como siempre,¿de quien este celular?.-le digo yo y el rie levemente
—De quien más,obviamente que tuyo.-me dice y vuelve hablar antes de que yo diga algo —Siempre tan engreída,me dieron ganas de verte...
—Sigue queriendo.-le corte el rollo y colgue la llamada
Una estupida sonrisa se implato en mis labios y entonces el celular volvió a sonar.
—¿Ahora que?.-le dije fingiendo estar molesta con él
—Supongo que eso quiso ser un si,porque no quieres que vaya y toque el timbre de tu casa ahora mismo,¿verdad?.-me dice y suelto un suspiro
—Bien.-dije rendida
—Paso por ti en media hora.-me dijo y ahora el fue quien me colgó el teléfono
Solte un gran resoplido y me digne a comer mi almuerzo en silencio escuchando como los otros idiotas al parecer discutian en el piso de abajo.
Ahora tenia que escaparme,sin que ellos se dieran cuenta.
O bueno,ellos ya sabían así que no tenía por qué esconderme.
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Luego de darme un baño,me arregle para verme con Ovidio.
Me puse un vestido negro casual,una chaqueta de mezclilla y unos air force blancos.
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Deje mi cabello suelto,y me maquille un poco.
Por suerte,y para no darle razones a nadie,mi hermano y sus amigos habían salido a quien sabe donde,por eso es que salí sin ninguna preocupación
Cuando sali de casa,vi ahora un BMW m4 negro
Si que tenia demasiados autos.
Justo cuando estabaa caminando para subirme a su auto,el se bajo para abrirme la puerta.
—Tan chula como siempre.-me dice como halago y lo miro mal,le doy un suave golpe en el brazo y me subo a su coche causándole risa
Ovidio se sube a su auto,y me mira unos segundos en silencio
—¿Que?.-le pregunto cruzandome de brazos y él sonríe
—¿Por qué estás malhumorada?.-me pregunta curioso y yo suspire
—Por nada,cosas sin importancia.-le digo y Ovidio asiente sin creerme del todo —¿Para que querías verme?
—Si te lo digo aquí no tendría sentido.-me dice y lo miro raro
