"La besé. Besarse es más íntimo que joder. Por eso nunca me gustaba que mis novias besaran a los hombres. Hubiera preferido que se los jodiesen.
Seguí besando a Mercedes y mientras sentía estas cosas se me puso otra vez dura. Subí encima de ella, besándola como si fuera lo último que fuera a hacer en esta vida.
Mi polla penetró.
Esta vez supe que iba a conseguirlo. Podía sentir el milagro de ello.
Me iba a correr en su coño, la perra. Iba a verter mis jugos en su interior y no había nada que ella pudiera hacer para impedirlo.
Era mía. Yo era un ejército conquistador, era un violador, era su dueño, era la muerte"- De la novela 'Mujeres'