Nota #1: 17.04.23

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Me despertaste a las 5 a

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Me despertaste a las 5 a. m. y no logro discernir para qué. Luego de orar y de hacer limpieza (gracias por despertarme, mi abuela habría tenido un mal inicio de día si se hubiera levantado y hubiera visto lo que hizo el perro en la sala), sigues manteniéndome despierta. Estoy en cama, intentando conciliar el sueño, pero siento este ardor y este cosquilleo que me impulsa a despertarme. Y una voz que no parece mía me dice algo que ya olvidé. Solo recuerdo la palabra: "oír".

No sé por qué olvidé la frase. La acabo de escuchar y estoy bien despierta.

¿Es que ya no quieres que duerma? ¿Es que quieres que te adore? Porque sentí ganas de eso, de escribir sobre lo maravilloso que tú eres, Yavé. Sobre tu personalidad, esa de la que muchos hablan pero que pocos conocen.

Entonces dime, Yavé, dime qué quieres oír. Mi alma lo dirá para ti y mis manos lo escribirán.

Que eres, antes que nada, el mejor papá. Y eres un papá extraño, puedes disciplinar sin dejar de amar. Para ti el castigo y el amor están en una sola mano, no en manos separadas. Tu disciplina es como muestras que amas, porque rediriges los pasos del que a ti clama. Ayudas al perdido a reencontrar su senda, fortaleces al que te pide fuerza.

Pero a mí, papá, me gusta que odias la soberbia. Me gusta que eres blando con los humildes y severo con los orgullosos. Me gusta que hablarte requiere que descubra quién soy y, una vez que descubro y recuerdo que soy un mero soplo en la inmensidad de tu universo, puedo hablarte con la humildad que debo. ¿Qué es el ser humano para pedirte algo? ¡Hoy estamos y mañana no estamos!

Aun así, viniste a este soplo fugaz y le diste libertad. Porque así eres tú, te gustan los retos, te gusta tomar lo arruinado y convertirlo en algo bello. No solo eres el mejor arquitecto y el mejor científico, eres el mejor reciclador y artista. Todo lo que pintas es bello, incluso cuando rompes el lienzo.

Y yo solo estoy aquí, mirando lo que haces en mi vida, sabiendo que me amas digan lo que digan, sabiendo que ante tus ojos soy una nada digna. Y ensalzo tu forma de amar, y tu sabiduría infinita, y tu lealtad, y tu fortaleza.

Mucho se habla de tu amor, como si tu amor perfecto fuera perfecto según el estándar humano, pero es perfecto según el tuyo y tu estándar es mucho más elevado. Tu amor es perfecto en su dolor, porque toma el sufrimiento y lo vuelve canción. Tu amor es perfecto en su intensidad, porque adora entregarlo todo y es generoso. ¡No escatima y no mide, solo existe!

Pero tu amor no nubla tu sapiencia, tu amor no erradica tu lealtad y tu amor no te resta fortaleza. Tu amor es el propósito de tu saber, tu amor encauza tu lealtad y te da fortaleza. Tu amor te convierte en el ancla de tu iglesia. Tu amor no es pasivo o sumiso, es poder activo que mueve montañas y despierta relámpagos dormidos. Y el ser humano pasa, como una voluta de polvo desfila en el cielo matutino. Nosotros pasamos por la vida y, en el proceso, nos muestras tu gracia y nos empapas con ese amor bendito.

¿Y qué importa si mi vida es frágil? ¿Qué importa si mañana muero?

Una sola pizca de tu amor perfecto le da sentido a todo. Afortunado el que muere habiendo experimentado una sola vez tu amor. Tan solo una vez es suficiente para tener gozo equivalente a una vida.

Y yo estoy aquí, y en tu infinita generosidad tú me muestras ese amor todos los días... Cada día haces que mi existencia tenga un propósito, me dices que para ti no soy solo arcilla. Y si tú, que lo sabes todo, me dices que la realidad es más que carne y desidia, que es espíritu y fe que domina... Yo te creo. Te creo, porque eres el amo del universo y nada ocurre que no sea de tu conocimiento.

Cuando vengas a reclamar lo tuyo, lo que por derecho te pertenece, cuando llegue el día en que elijas volutas de polvo para volverlas rocío eterno... Cuando llegue el día en que nos muestres lo verdadero...

Cuando llegue ese día, acuérdate de mí.

BDM: Bitácora De MadrugadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora