el lider es... (historia de Elisa parte 2)

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Camino lentamente y silenciosamente hasta el misterioso cuerpo, ya no tenía miedo de que los guardias la descubrieran, al menos no por ahora. Pero el hecho de que haya alguien más significaba que podrían haber personas en su misma situación, y alguna de ellas podría saber cómo salir del lugar, sin embargo, pocos son los habitantes de Dreamland que se pueden considerar "amigables" por lo que debería tener cuidado al tratar con el desconocido, claro si este seguía vivo...

Estaba encadenado de brazos y pies, con varias cuerdas entrelazándose alrededor de su cuerpo como refuerzo, era claro que alguien no quería que escapara de allí a toda costa, e incluso por las heridas puede que ya lo hubiera hecho y o quisiesen que vuelva a pasar.

Tomo un delgado pero largo palo y con suavidad procedió a tocarle la mejilla, procuro hacerlo varias veces hasta y sin embargo no sucedía nada, luego de un rato se cansó y prefirió seguir investigando en la habitación, quizás allí hallaría algo realmente útil.

Encontró una jarra con agua que estaba por allí cerca, pero cuando se disponía a beberlo un leve susurro salió de la boca del encarcelado.

Sujeto: agua... por favor...

Elisa se asustó bastante por la repentina y fantasmal voz del sujeto sonando detrás suyo, pero al instante decidió darle un poco de beber al pobre, después de todo era casi seguro que no le habrían dado de comer ni beber en mucho tiempo.

De un momento al otro ya había tomado media parte del agua de la jarra, notable signo de deshidratación, y luego de que Elisa hubiera hecho algo parecido decidió preguntarle por su condición de prisionero.

Elisa: ¿por qué estás aquí?

Sujeto: no lo se... no recuerdo nada.

Elisa: no recuerdas?

Sujeto: no, ni si quiera recuerdo mi nombre... y quien eres tu?

Elisa: me llamo... Elisa, pero eso no es importante ahora, no sabes como llegaste aquí?

Sujeto: no, no recuerdo ni siquiera mi propio nombre, solo que desperté aquí con una sed tremenda.

Elisa: pues... eso es preocupante.

Elisa pudo notar las marcas de arañazos que había recibido aquel muchacho de cabello granate, y las manchas de sangre en su piel apenas si dejaban ver su cuerpo color claro, pero lo que mas le intrigaba eran... sus ojos.

Nunca había visto a nadie con un color de ojos asi, en sus 2 años que llevaba en Dreamland aquellos ojos penetrantes eran totalmente nuevos, no sabría decir con exactitud porque, pero le daba algo de miedo.

Elisa: pues, trata de recordar al menos la primera silaba de tu nombre, quizás eso ayude.

Sujeto: emm... es... creo que la primera letra era G... creo.

Elisa: pues bien, con eso basta por ahora, vamos Ge, debemos salir de aquí.

Dicho esto desato al joven y con la ayuda de algunos metales pesados que logro arrancar sin mucho ruido se dispuso a liberarlo.

Cuando fue libre por fin, Ge se dispuso a examinar su entorno, parecía como si mirara todo con una extraña familiaridad pero sin presentar memoria alguna.

Elisa: escucha, es una larga historia, pero ahora mismo debes probar como si tuvieras algún poder especial, suena raro lo se, pero es necesario, trata de imaginar algún poder saliendo de ti y procura manifestarlo en el plano físico.

Ge: poder? Acaso es una broma rara o algo asi?

Elisa: confía en mi, solo prueba, no pierdes nada con intentarlo.

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