III - El Vals

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Ya habían pasado algunos meses desde la picadura de la araña. Era invierno, y estaba esperando que comenzará el baile que la escuela organizaba todos los años. Había logrado invitar a Melanie; al parecer, fui el único chico que le pidió ser su acompañante. Se había separado de su novio Tomás hace poco, y la mayoría de los chicos le tenían respeto, así que nadie quiso invitar a su ex novia.
Me encontraba en el club de música junto a Jorge

Le estaba contando cómo planeaba pedirle a Melanie que fuera mi novia esa misma noche. También le hablaba de lo fantástica que era. Jorge, sin embargo, no me respondía; solo me miraba, con algo de tristeza en sus ojos.


Hasta que después de un suspiró pasado, lo hizo.

Ya estoy chato de esto, Claudio...

¿Qué?

Jorge se paró de donde estaba, para pararse enfrente de mi con los brazos cruzados—. ¿Acaso es que nunca te has dado lo que siento por ti, weon?

No sé de que hablai, Jorge.

Pues que me gustai, weón, ¿de qué más?

Oh, eso... no, la verdad es que no.

Por favor...—bajo la cara con decepción, y la volvio a subir para mirarme directo a los ojos— ¿no te lo había contado Miguel?— parecía algo enojado ahora.

No, no me lo había contado, Jorge— lo mejor era fingir qué no, o eso pensaba.

Pues a mi me dijo que si lo había hecho— bajo la cabeza con arrepentimiento—. perdón por lo que acabo de decir, Claudio... Creo que es mejor que ya no seamos amigos, Clau'. Mis sentimientos me complican seguir con la amistad.

Me quedé callado un momento antes de contestar.

—Está bien, Jorge... la verdad es que eres algo estúpido al pensar que algo podría pasar entre nosotros.

Será mejor que ni me vuelvas a hablar, y menos si es para decirme ese tipo de estupideces, Claudio.

Bueno, adi—. No alcancé a terminar la palabra cuando cerró la puerta en mi cara—. ...ós.

Qué sensible, pensé. Será mejor que ya vaya con Meli.

Me dirigí al gimnasio de la escuela, donde el baile ya había comenzado. Me acerqué a Melanie y empezamos a conversar de manera amistosa, hasta que sentí que era el momento indicado para dar el siguiente paso.

Pero, justo en ese instante, comenzó a sonar la alarma de incendio. Un profesor anunció que no había de qué preocuparse, ya que el fuego se había originado en la zona de los clubes, y que saliéramos con calma mientras se resolvía la situación.

Jorge debe estar encerrado en el aula donde discutimos, fue lo único que pensé. Tenía que ir a verlo, o al menos asegurarme de que estaba bien. Sabía que la única forma de que él me viera sin levantar sospechas era como mi alter ego, el que había creado para usar mis poderes. Por suerte, tenía un prototipo de traje en mi casillero.

Mientras todos evacuaban, me escabullí hacia los casilleros y luego fui al baño a cambiarme lo más rápido que pude. Con el traje puesto, me apresuré al aula donde estaba Jorge y entré, tratando de proyectar calma.

Hola, he venido a rescatarte —dije, tratando de sonar despreocupado.

Él estaba sentado en el suelo, con la cabeza gacha y completamente empapado por los rociadores. En cuanto me escuchó, levantó la mirada sorprendido.

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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Spider-man: El Arácnido Que Todo Lo Puedo - JlaudioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora