Escritos Existenciales

Reflexión Sobre Merlí Y La Inmediatez

Escena bastante interesante de la serie "Merlí", a mí parecer. Unas personas leyendo en una sala de espera de un hospital de Catalunya, ¿Que estariamos haciendo en nuestro país? ¿Que estaríamos haciendo en un derruido sistema de salud y poco interés en alimentar nuestros saberes? Lo más seguro, con la cara pegada a la pantalla del móvil, porque en eso nos hemos concentrado en esta era, solo nos centramos en el placer inmediato, ¿Concentrarse, ser uno con la historia, vivir las emociones de los personajes, entender los mensajes de un autor en cuanto a la naturaleza de un libro? No, eso es para los "raritos" o los "locos" que tratan de meterse a veces entre 300 o 1000 páginas, yo mejor me quejo porque me piden leer menos de dos párrafos. La inmediatez del placer que nos ofrece la tecnología nos vuelve, en muchas ocasiones, una involución de seres pensantes a seres impensantes, solo alimentados por el ego y la seguridad que nos ofrece las redes sociales, escondernos detrás de ese "yo" virtual; es tan plácido, tan ameno e... Irrealista. Realmente, antes que acercarnos como siempre nos jactamos, lo que hacemos mediante ellas, es alejarnos cada vez más y más en retorcidas fantasías que no se acercan para nada a la realidad.

Todo este rollo virtual se ha convertido para la humanidad en una caverna, una caverna parecida a la que nos describe Platón, pero que sus sombras ejercen una atracción todavía mayor que las proyectadas por el fuego de los encadenados, dado esto que expongo a lo idiota, en muchas ocasiones; he intentado despegarme de estas coquetas sombras que me seducen, de desconectarme e irme a enfrentar con la realidad, que me enceguezca hasta acostumbrarme a su brillo, muchos preguntan: ¿Por qué? ¿Por qué te alejas? No me alejo, he tratado de acercarme a ustedes, pero están muy a gusto con su "yo" fantástico, también cierta culpa he de tener, no lo niego, muchas veces también me he encariñado con ese otro "yo". pero yo solo busco es poder acercarme, de alguna manera, poder dejar de ser un enclenque social y liberarme, tal vez, un poco de mis tormentos.