—Amigo, buenos trapos —silbó James cuando Nunew se deslizó en el asiento del stand al lado de él.
Nunew levantó una ceja. Se tocó la suave seda azul de su camisa de un botón. —¿Estas cosas viejas? — Nunew sabía que se veía bien en la ropa que Zee le había comprado.
—Bastante elegante, Nunew.
—Sí, Zee insistió en conseguir un guardarropa nuevo mientras estábamos en nuestra luna de miel. Debes ver al hombre en acción, James. Entra en un lugar y la gente cae a su alrededor para complacerlo. Es como si hubiera sido 'Pretty Woman' para chicos gay —rió entre dientes—.Demonios, ni siquiera había pizza.
—Eso es muy cool —dijo James.
—Sí —dijo Nunew en un murmullo mientras miraba a la mesa.
— Nunew, no pareces muy entusiasmado con todo esto. ¿Qué pasa?
Nunew se encogió de hombros. —Sigue siendo todo un poco abrumador, James. No me malinterpretes, amo estar casado con Zee. Él es lo mejor que me ha sucedido en años, pero puede ser un poco intenso a veces. Nunew se echó hacia atrás cuando la camarera se acercó y colocó dos cervezas sobre la mesa. Esperó hasta que se fuera y luego volvió a mirar a James. —La semana pasada, mencioné que me gustaba tener croissants y café para el desayuno. Hizo que volásemos a París para que yo pudiera tener croissants auténticos.
Nunew vio caer abierta la boca de James, los ojos muy abiertos.
—¡Amigo!
—Nos detuvimos para el almuerzo del otro día en ese pequeño restaurante, abajo, en la calle 1. Yo le dije a Zee que me gustaba mucho su sándwich de pavo, por lo que entró y compró el maldito lugar y me lo dio como regalo.
—¿Él te dio un restaurante? —preguntó James, su voz llena de asombro.
Nunew se señaló a sí mismo. —Estás viendo al nuevo propietario de la calle Bistro.
—Amigo, yo he comido allí. — James se echó a reír—. Ellos tienen buenos sándwiches de pavo.
James rodó los ojos. —¡Me compró un restaurante! — rompió Nunew—. Él podría haberme comprado una corbata o una camisa, James, pero no, me compró un restaurante y me llevó en avión a París. ¿Cómo voy a competir con eso? Ya ni siquiera tengo un trabajo.
—¿Estás seguro de que necesitas competir con Zee, Nunew? Me parece que a Zee le gusta hacer esas cosas para ti.
—Lo entiendo James, lo hago, pero ¿cómo se supone que voy a competir? Zee puede permitirse el lujo de comprarme lo que quiera. Yo no tengo esa cantidad de dinero. No puedo llevarlo en avión a París o comprarle un restaurante.
—Entonces no lo hagas.
Nunew apretó la mandíbula. James no estaba ayudando. Cualquier cosa que Nunew pudiera darse el lujo de desear, Zee podía comprarlo con dinero de su bolsillo.
Nunew se sentía como un impostor en el mundo de Zee. No tenía dinero, posición social, o incluso el conocimiento de cómo comportarse en una sociedad educada. A él le gustaban la comida rápida y las caricias en el sofá frente al televisor. Él no sabía nada de fiestas, política, o incluso qué tenedor usar con la comida, ¡si ni siquiera podía identificar la comida!
Zee seguía comprándole cosas. Todo, desde un nuevo vestuario a un restaurante. Sólo tenía que mencionar que quería algo y Zee lo hacía posible. Nunew comenzó a guardarse sus deseos sólo para que Zee no siguiera comprándole cosas. ¿Cómo iba a comprarle a Zee algo tan simple como una sola rosa, cuando Zee podía permitirse el lujo de tener rosas que le llegasen desde todas partes del mundo? ¿Cómo podía una simple camisa de diez dólares compararse con lo que Zee podría comprar en París o Nueva York?
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Su Toque Suave - Zeenunew
FanfictionZee Pruk no sabía que él estaba buscando a alguien especial hasta que conoció a Nunew Chawarin. Zee utiliza su dinero y el poder para organizar de inmediato su boda esa misma noche, decidido a atar a Nunew a su lado por toda la eternidad. Pero a la...