Siento tantas cosas en mi corazón, hay tanto en mi cabeza que no puedo organizar nada. Estaba feliz, pasé un fin de semana tranquilo, me sentía motivada y luego, a mitad de mi clases, miré un estado en WhatsApp de una de mis amigas, donde decía que te habían encontrado muerto en tu casa.
No podía creerlo, sentí un gran impacto en todo mi cuerpo, sentí frío, desesperación y como siempre, no pude reaccionar, sonreí y seguí en lo mío, esperando que todo fuera mentira.
Miraba en Facebook como cada vez más aparecían noticias del suceso y seguía sin poder reaccionar, una compañera era tu fan y le dije lo que sucedió, su rostro se volvió un papel, blanco, pálido totalmente y me dijo: "no puede ser cierto, no me digas eso", le mostré mi celular y con una sonrisa le dije: "No es mentira, murió mi bias".
Me miró sería lo recuerdo y solo sonreí, no supe que me pasó, ¿Era acaso la negación? Creo que sí, porque de todo lo que he pasado en esta vida jamás esperé recibir un quinto golpe tan duro, totalmente impactante.
Lo peor de todo, fue lo que especulaban, de que te había hecho daño y me sentí peor, porque eras alguien que a pesar de todo me motivaba a vivir, hacías qué no rindiera tan fácil y que algo así pasara me lleno la cabeza de preguntas.
¿Hiciste eso? ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste antes que yo lo hiciera? ¿Por qué, si la qué debía tomar ese lugar era yo?
Y justamente, ese día hablé con un amigo acerca de la salud mental y le confesé lo que paso cada día "Es un sentimiento que no puedes ignorar, una voz que te llama y te atormenta, esto es peor que un cáncer, lentamente te mata hasta enterrarte por completo, no hay cura aunque muchos digan que sí" Fue lo que dije con mi voz casi cortada en medio de una parada autobus. No fui directamente a casa, tuve que hacer muchas gestiones, sí, justamente ese día y solo estaba neutra, hablando por hablar, caminando sin sentir mi alma conmigo. Mi regreso fue lo peor, mis posters de ustedes en mi pared me derrumbaron, tenía siempre la extraña costumbre de entrar a mi habitación y ver tu rostro por sobre los chicos, pero ese día mi mirada te buscó y caí en el suelo derrumbada.
Los quité, no podía seguir teniéndote así y mi mente cruel decía: "Está muerto, ¿Qué sentido tiene tenerlo ahí?" Odié tanto que esa maldita voz me hablara justamente cuando sentía mi mundo derrumbarse y no pude llorar, no sentía ganas de hacerlo, pero mi pecho dolía y mi corazón no podía palpitar con normalidad.
No he podido dormir, no quiero comer, no quiero caminar, me obligué a seguir adelante como siempre lo he hecho porque mi lema es: No importa, voy a estar bien. Siempre lo estoy. Porque todo este tiempo he ignorado mis emociones y me dejado llevar por mi otro yo, esa que desconoce la tristeza mientras está rodeada de cosas sin sentido, mientras que la otra se esconde y sale en la soledad.
¿Sabes? No puedo concentrarme, no quiero estudiar, siento mi mente en otra parte y es realmente deprimente porque sé que dirías que lo hiciera y que comiera bien, pero no puedo.
Y cuando pensé que no pasaría, lloré, las lágrimas llenaron mi rostro y miré hacia el cielo apretando mis dientes tratando de controlarme. Mi cuerpo entero comenzó a temblar al ver como solo esa fatal noticia llenaba mi inicio; mi mente se fue, creí por unos segundos que todo era mentira, que era otro de esas historias que leía, pero en cuestión de milisegundos, volvía en mi sentidos y lloraba porque era la cruda verdad.
Toda una noche llorando por ti, pensando en que pasó, en que tal vez no eras capaz de aquello, qué había algo más y miraba tus videos y fotos, y sentía aquel cansancio en tus ojos pidiendo auxilio, mi alma se quebró en el momento y quise ocupar tu lugar, porque yo realmente no tengo nada en este mundo, solo soy un estorbo, pero tú eras lo más importante para muchas personas, incluyendome.
La paz que sentí cuando descartaron aquello fue enorme, sabía que no podía ser así, elijo creer que te fuiste sin sufrir y que ahora estás descansando de tanta presión que sufrías.
Te amo y siempre te amaré, por toda mi vida lo haré, porque con esto descubrí que mis sentimientos hacia ti no solo eran de un fan a su ídolo, sino de amor incondicional, aquel que siempre quise darte y no pude. Me enamoré de ti como cualquier ser humano que se enamora y sufro más porque era un sentimento que jamás lo he sentido con nadie más. Te amo, Bin, siempre te he amado, te amo por el ser humano bueno y grandioso que eras, por lo lindo de tu corazón y tu dulce sonrisa, por tu voz melodiosa qué sacudía algo dentro de mí y trataba de ignorar. Y digo te amo, porque aunque ya no estés en este mundo, mi amor por ti jamás se terminará.
Encontrémonos en la otra vida y seamos fieles amigos y compañeros, prometo no dejarte y cuidarte siempre. Cuídame desde el cielo y dile a ellos que muy pronto estaré con ustedes, para ser feliz para siempre en el paraíso.
Gracias por haber hecho mis días lindos, te amo infinitamente, vuela lo mas lejos que puedas, donde encuentres la paz que necesitas.
Visitame en mis sueños y hazme saber que eres feliz ahora.
Te amo, mi bella luna.
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