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Me senté en la mesa frente a el. Y pregunté;

-¿Que más encontraste?

-No puedo traerlo, así que tenemos que ir allí de vuelta.

-¿Es encerio?

-Si, bueno, si quieres saber que es tendrás que ir allí de nuevo- Cruzó los brazos.

Suspiré un momento y lo miré de nuevo -Está bien, pero no puedo ir ahora, tendrá que ser en un momento que este libre.

-Pero no te veo haciendo nada en este momento- Alzó una ceja.

Suspiré y quede en silencio un momento. Quería saber que era lo que había allá. Pero tampoco quería encontrarme con cosas "paranormales".

-Está bien- Hablé el me miró también.

-¿A que hora?- Dijo levantándose.

-Entre un rato, de todos modos siempre estas en todos lados, no?

-No realmente, te veré en un rato.

Miré mi reloj, las una de la tarde. Estaba estresado, una parte de mi decia; que acabara con esto y otra parte; descubre que pasó.

Estaba buscando unas cosas antes de ir, quería estar preparado por cualquier urgencia. Linterna, cuerdas, etc. Todo lo necesario.

Estaba vestido de pantalón blanco, camisa a cuadros.
Y aquí iba de nuevo, a la iglesia, el lugar donde todo comenzó.

-Oye Anthony es hora de irnos- Mire a mi alrededor y nada.

Sentí unas manos en mis hombros, voltee a ver y era Crowley.

-Dios santo, no puedes hacer eso.

-Es divertido- Dijo alejándose un poco.

-No lo es. Tengo esta mochila, tiene cosas que nos ayudará con el caso.

-Genial, es hora de irnos.

Tomamos rumbo a la iglesia. Esta muy oscuro por la carretera.

Lo único que se veía eran, las luces del auto y de ves en cuando otros coches.

-Entonces...¿Que hay allá?

-Hay un cuadro.

-¿Que?¿Sólo eso?- Lo miré un momento.

-Si pero créeme, es un cuadro que de seguro cambiará las cosas.

-¿Es algo bueno o malo?

-Es solo una pintura.

Así seguimos hasta llegar a la iglesia. Dejamos el auto un poco lejos de la entrada.

Me saqué la mochila y la puse en el suelo. Empecé a buscar la linterna, la encendí y empezamos a caminar.

-Gracias- Dijo Anthony. Lo miré un momento.

-¿Por qué?

-Por ayudarme en esto.

-Bueno...No tienes que agradecermelo.

-Creo que, nadie me había ayudado antes.

-¿De que hablas?

-Mis padres no eran de los que dejaban que me juntara con otras personas. Menos si eran de "clase baja".

-Oh, bueno, no todos podemos elegir a nuestros padres.

-Siempre tenía que ser el "hijo perfecto". Siempre era Anthony has esto y lo otro. Era demasiada presión- Apretó sus mano haciendo un puño.

-Ahora eso no pasará más- Tome su mano con las mías.

-Ahora, nadie podrá darte órdenes- Solté su manos.

-Es por que estoy muerto verdad- Hizo una expresión sería.

Solo reí por eso -Por una parte si- Seguí riendo.

-No es gracioso.

-Es divertido.

-No lo es- Seguimos riéndonos hasta que la luz de la linterna se apagó.

Me había caído por pisar un hueco en la tierra. Las pilas de la linterna se salieron de ella. Era completa oscuridad.

-¿Estas bien?- Habló Crowley poniéndose a mi altura.

-Si, solo es que no vi el camino.

-Tienes que tener cuidado, no quiero un compañero todavía- Me miró a los ojos y sonrió.

Nos mantuvimos viéndonos un momento hasta que escuchamos un ruido.

-Creo que debemos seguir- Me ayudó a levantarme.

-Las pilas de la linterna no están.

-Sólo usemos la linterna de tu teléfono, busquemos las pilas y sigamos, no hay que perder tiempo.

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La foto [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora