Felix apoyo sus manitas en el vientre de su mamá y acarició suavemente. Escuchó las risitas que soltaba su madre Nayeon y reía junto a ella.
—Mami, ¿cómo se hacen los bebés?— la sonrisa de Nayeon desapareció al instante. El pequeño Felix de cuatro añitos en ningún momento dejó de acariciar el vientre, ya abultado.
—Cuando dos personas se quieren mucho y con solo un besito la magia sucede.
Felix asintió y se puso a besar la pancita de su madre.
Al día siguiente Felix se levantó muy entusiasmado. Comió todo lo que su madre le dió de desayuno, y cuando su padre lo iba a llevar a la escuela, le dió un besito en la pancita a su madre.
En el camino cantaba animadamente las canciones que pasaban en la radio y su padre le hacía coro.
En cuanto llegaron se despidió de su padre y bajó. Saludo rápidamente a la maestra que se encontraba recibiendo a los alumnos y corrió hasta su salón.
—¡Binnie!— gritó en cuanto entró. El nombrado levantó su cabecita y vió como el pecoso se acercaba a él.
—Hola pequitas— saludó como de costumbre. Veía a Felix más emocionado que de costumbre pero le resto importancia.
Felix dejó su pequeña mochila a un lado que la de Changbin y se sentó a su lado.
Los niños corrían y jugaban en el patio. Felix y Changbin, en cambio, estaban dentro del aula comiendo sus lonches.
—Binnie, ¿tú me quieres?— la pregunta sacó de onda al niño. Ladeó su cabecita y soltó un "mmm".
—Si, si te quiero, ¿por qué lo dices?— Changbin llevó el pedazo de manzana a su boca y miraba. Felix esperando su respuesta.
—Ayer mi mami me dijo que cuando dos personas se quieren mucho pueden tener un bebé.
—¿Un bebé?¿Solo con quererse?— el pecoso negó y siguió hablando.
—Tienen que darse un besito.
—Pero yo te doy muchos besitos y no tienes bebés.
—Pero tú me das besitos en mis cachetes y ese besito debe de ser en la boca— Changbin asintió y siguió comiendo su manzana picada.—Nosotros podemos tener un bebé, porque nos queremos mucho.
—¿Quieres que tengamos un bebé?— el pecoso asintió emocionado.
Changbin se acercó más a Felix. Tomó su cara con sus manos, Felix cerró los ojos y puso su boca en forma de piquito. Bastó un pequeño roce en sus labios para que los dos quedarán conformes.
Movieron sus cabezas para que sus naricitas se tocarán entre ellas.
Ese día Felix llegó derramando alegría. Nayeon miraba con una ceja alzada a su pequeño, desde la mañana se había estado comportando raro. Se acercó sutilmente y se fijó en lo que estaba pintando. Sus ojos se abrieron mostrando su sorpresa.
En el dibujo estaban Felix y Changbin pero Felix tenía una panza enorme, una casa atrás de ellos con muchas ventanas y demasiados árboles.
—Dios mío Felix, ¿qué estás dibujando?— Felix miró a su madre y sonrió.
—Estoy dibujando mi casa con Binnie— iba a decir más pero la puerta fue tocada y corrió a abrir.
Cuando Nayeon, junto con Felix, abrieron encontraron a la señora Seo junto a su hijo.
—¡Binnie!— gritó Felix emocionado y se acercó para darle un abrazo, el cual fue correspondido.
—Jihyo, que sorpresa, no sabía que venías. Pasa— se hizo a un lado para que pudieran pasar. Ya una vez sentados habló Jihyo.
—No tenía intención de visitarse, pero me dejó shockeada lo que dijo Changbin— Jihyo se veía neutral.
—Ay, ¿pues qué pasó?
—Hoy llegó de la escuela y me dijo que tendría un hijo con Felix— Nayeon quedó boquiabierta, los niños estaban en el cuarto de Felix, por lo que no escuchaban la conversación.
—Ay dios, Felix también ha estado raro desde la mañana, justo antes de que llegaras lo encontré dibujando a Changbin y a el, pero el tenía una panza como si estuviera embarazado.
—¿De dónde habrán sacado eso?— Nayeon se sobó la frente cuando recordó su conversación de ayer con su hijo.
"Mami, ¿cómo se hacen los bebés?"
—Ay no, ayer Felix me preguntó como se hacían los bebés— Nayeon tapó su cara con sus manos y Jihyo se echo a reír.
—¿Y que le dijiste?— aún riendo le preguntó.
—Cuando dos personas se quieren mucho y con un besito— Jihyo rió aún más fuerte y Nayeon quería enterrarse.
—Dios mío Nayeon— Jihyo estaba que se ahogaba de la risa.
Nayeon se levantó y llevó a Jihyo al cuarto de Felix, con mucho sutileza abrió la puerta y pudo ver a los dos niños sentados mientras veían el dibujo.
—Mira Binnie, esté eres tu junto a mi y nuestro bebé, aún no pongo mascotas, ¿cuáles te parecen bien?— Changbin llevó su manos a su barbilla y se quedó pensando.
—Un perrito y un gatito, así como los de Minho y Hyunjin— Felix agarro su lápiz y empezó a dibujar a los animalitos.
—¡Tadaa! Me quedó muy lindo— las madres veían la escena enternecidas.
—Pero todavía le falta algo.
—¿Mmh? ¿Qué cosa?— preguntó Felix, Changbin agarró el color cafe y delicadamente dibujo circulos en la cara de Felix.
—Ahora si, está listo— Lee sonrió y le dió un beso en la mejilla.
Nayeon junto con Jihyo se alejaron de la habitación sin que los niños se dieran cuenta.
—Son demasiado inocentes.
—Lo sé, lo siento por decirle eso a Felix, ahora estarán molestando con eso — Jihyo rió mientras negaba.
—No te precupes, cuando esten grandes se darán cuenta solos— dejaron el tema hasta ahí y decidieron pasar la tarde platicando.
14 años después…
La cama se movía bruscamente y rechinaba cada vez que pegaba contra la pared. El rubio tenía su cara pegada a la cama mientras su cuerpo era maltratado por el mayor.
Changbin sujetaba la cadera de Felix para poder arremeter contra el mucho más fuerte. El pecoso chillaba de placer y enterraba las manos en la sábana. De un momento al otro Changbin se corrió dentro de Felix y este en la cama.
Felix se volteó y se acostó, Changbin se acostó a su lado y lo atrajo en un abrazo.
—Creo que mi mamá me mintió cuando dijo que los bebés se hacian con un beso— Changbin rió y lo beso.
—Bueno, ahora sabemos como se hacen y podemos tener todos los que tu quieras— Felix le sonrió y lo besó por última vez antes de caer dormidos.
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One-Shots De StrayKids
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