蒙 ◦🔰 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𝐓𝐑𝐎𝐅𝐄𝐎 || 𝑷𝒆𝒓𝒔𝒊𝒆𝒏𝒔 +𝟏𝟖 [EN CURSO]

蒙 ◦🔰 𝐏𝐑𝐎́𝐋𝐎𝐆𝐎 || ¿𝑪𝒂𝒔𝒂𝒓𝒎𝒆?

¡𝐇𝐨𝐥𝐚! 𝐄𝐬 𝐦𝐢 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐬𝐡𝐢𝐩𝐩, 𝐚𝐬𝐢́ 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐞𝐬 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐞.

𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀 𝐓𝐑𝐎𝐅𝐄𝐎
𝐏ercival 𝓍 𝐍asiens

—Percival, te vas a casar.

Esas palabras, que Percival sabía que algún día tendría que escuchar, irrumpieron en el comedor como un trueno, rompiendo la tranquilidad del desayuno familiar. Aunque era consciente de que este momento llegaría tarde o temprano, lo que no esperaba era que fuera tan pronto y de una manera tan directa. Apenas logró contenerse de no escupir el jugo que acababa de beber.

—¿Cómo que me voy a casar? —logró articular Percival, con su voz temblando, no solo por la sorpresa, sino también por el desconcierto que lo invadía.

—No me hagas repetirlo dos veces, Percival. —respondió su padre, con la calma habitual que solía usar en estos temas, pero esta vez más afilada, mientras sorbía su café negro.

Su corazón pareció detenerse por un instante, solo para comenzar a latir con violencia, como si quisiera escapar de su pecho. El matrimonio... ¿en serio? Tenía apenas 20 años, apenas estaba empezando a descubrir quién era, a disfrutar de su libertad. Y ahora su padre le soltaba esa noticia de forma tan directa como si fuera la cosa más normal del mundo.

—Papá, no puedes estar hablando en serio. —respondió el de melena verde, intentando mantener la calma, aunque la incredulidad y el nerviosismo que sentía ahora mismo lo traicionaban.

El hombre dejó de beber su café y lo observó con esa mirada impenetrable que, desde niño, lo había intimidado. Esos ojos esmeraldas oscuros, cargados de una frialdad que no daba espacio para la discusión, parecían sellar cada palabra suya como una verdad absoluta.

—¿Te parece que estoy bromeando? —replicó el azabache con su habitual seriedad, mientras el ambiente en la sala se volvía cada vez más tenso, cargado de una presión casi palpable.

Zeldris, el padre de Percival y el indiscutible patriarca de la familia Demon, era un hombre de 36 años cuya sola presencia lograba dominar cualquier habitación. Debido a su imponente figura alta y corpulenta, Zeldris inspiraba respeto con solo estar presente, ya que sus anchos hombros y robusta musculatura le otorgaban una apariencia intimidante. Además, su rostro, de facciones marcadamente afiladas, siempre mostraba una expresión fría e indiferente, lo que acentuaba aún más su carácter autoritario.

A pesar de su naturaleza seria, Zeldris era simplemente irresistible. Su belleza oscura no solo llamaba la atención, sino que también le daba un aire de misterio que lo hacía aún más atractivo ante los ojos de todos. Tenía una cabellera larga y lacia, negra como la noche más oscura, que caía sobre sus hombros, y ese característico mechón que caía sobre su frente le daba un toque de desaliño encantador. Era el tipo de hombre que podía entrar en una habitación y, sin decir nada, hacer que todas las miradas se volvieran hacia él.