—¡Vamos Kyojuro! ¡Vuelvete demonio, así podríamos luchar por toda la eternidad!—Más que una petición el demonio parecía suplicarle.
Kyojuro no prestaba atención del todo a las palabras de Akaza, pero ya se estaba hartando de aquella oración, entre formar posturas con un corto espacio de tiempo entre cada una, no podía pensar en nada más que asesinar al demonio y salvar a las personas que aún se encontraban en el tren, aún asi, conforme avanzaba la pelea rogaba a que el sol saliera lo más pronto posible porque no sabría cuanto tiempo más podría resistir en ese estado.
Sus huesos de ambos brazos estaban más que lastimados, había perdido el ojo izquierdo y sus órganos internos estaban destrozados, sabía que moriría, pero no iba a hacerlo hasta haber protegido a esas personas. Aunque no lograra matar al demonio, podría irse en paz sabiendo que cumplió con la promesa que le hizo a su madre de proteger a los débiles y apesar de no haber sido lo suficientemente fuerte, espera que su sacrificio ayude a las futuras generaciones de cazademonios a derrotar a Muzan Kibutsuji.
—¡Kyojuro! ¡Vamos, vuelvete demonio!
—¡Cállate! ¡No lo haré!
Akaza rió divertido, la determinación del Pilar era admirable y su espíritu de lucha era tan ardiente que le provocaba un inmenso éxtasis en todo el cuerpo. Cada postura que el pilar hacía eran perfectas y los ataques eran demasiado precisos, todo eso sumándole sus movimientos hacían parecer que el pilar danzaba junto a las llamas de su respiración sincronizando con cada postura.
Kyojuro Rengoku, Pilar de la Llama, un excelente espadachín y con un ferviente espíritu de pelea. De verdad le encantaría luchar con el por toda la eternidad, apreciar cada movimiento de su katana, poder sentir cada corte perfecto y contemplar por siempre esas flamas naranjas que solo destacan en un hombre como él.
Oh, Kyojuro, que pena siento por ti, ojalá hubieras deseado nunca haber hecho encuentro conmigo, el simple hecho de nacer y luchar contra mí te han maldecido. Pero ser poseedor de tan apasionante espíritu te ha condenado. Una maldición para ti, pero bendición para mi, ¡oh, gracias Dios!.
Akaza entonces lanzó una patada al estómago de Kyojuro, quién apenas le dió tiempo de cubrirlo con la espada, sin embargo, el impulso del golpe hizo que saliera volando hacia el bosque, tanta fué la potencia del mismo que Kyojuro se quejaba por el dolor de chocar con las gruesas ramas de los árboles hasta golpearse con uno más grande al lado de un claro boscoso. Kyojuro no pudo sostenerse a tiempo y cayó al suelo, escupiendo sangre y agarrándose el estómago, por un momento el aire abandonó sus pulmones dejándolo algo perdido. Trató de recuperar la razón y activar nuevamente sus sentidos, no podía olvidar que estaba luchando contra la Luna superior tres y que había aún gente en el tren que ponían su vida en sus manos.
Apesar de las heridas mortales y el poco aire que entraba a su cuerpo, Kyojuro se levantó con un esfuerzo inhumano y blandió su katana buscando con la mirada al demonio entre las ramas de los árboles.
De la oscuridad emergió una sombra que se acercaba con paso lento hacia él mientras sonreía.
Kyojuro, quién se atreva a decir que eres débil porque vas a morir en mis manos, lo mataré
—Vaya, Kyojuro, sigues de pie apesar de tus heridas mortales, ¡Realmente tienes una verdadera determinación! ¡Tienes que convertirte en demonio!
Kyojuro frunció el ceño, su mirada estaba posada en la divertida del demonio. Aunque hablar le quitaba fuerzas y oxígeno, de todos modos no dudó en responder.
—Eso nunca. Soy Kyojuro Rengoku, y mi deber es proteger a las personas, no importa si eso me cuesta la vida, cumpliré mi propósito a como dé lugar.

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'✵•.¸,✵°✵.。.✰ ℂ𝔸ℙℝ𝕀ℂℍ𝕆 ✰.。.✵°✵,¸.•✵'𓂀 𝔸𝕜𝕒𝕣𝕖𝕟 𓂀
Fiksi PenggemarKyojuro Rengoku, hijo de Ruka y Shinjuro Rengoku. Uno de los 9 Pilares más fuertes, tomando la sexta posición después de Muichiro Tokito. Un hombre valiente y determinado, con el más grande y ardiente espíritu de combate. Akaza, tercera luna superio...