Capítulo Cuatro
Caminamos en silencio, los dos llevábamos linternas. El lugar al que íbamos era un potrero sin casas a la redonda. Lo especial de esto – aparte de los recuerdos – era el espectacular árbol que se encontraba a la mitad. Alto y lleno de ramas seguras para sentarnos. El lugar se me hacía hermoso. Porque el árbol se encontraba a la mitad, y un montón de árboles más en los lados, alejados del central producían una hermosa vista y un mensaje oculto. Y lo noté.
El árbol estaba solo. Tenía más a su alrededor. Pero estaba solo. Eso ocurría con los humanos. Tienen muchos a su alrededor. Pero a la final, estamos solos.
–Sube – le ordené mientras sostenía la linterna para que subiera bien.
Minutos después, lo hice yo. Nos sentamos en una rama muy arriba del suelo. Apenas para sentirnos asustados de caer y emocionados por la adrenalina.
–¿Por qué no levantamos a Rose?
– Al que voy a salvar es a ti. No a ella. Me agrada, pero esto ya es personal.
– Si es personal, ¿por qué me contarás?
–La verdad – lo miré a la cara –, me dará igual tu muerte. Porque conociéndome, no sufriré mucho por el remordimiento. Pero si puedo llegar a evitarla, mejor. Quiero contarte algo sobre otro suicida.
–Adelante – murmuró él.
–Como sabes, mi hermano se suicidó. Nadie ha sabido por qué lo hizo. No dejo evidencia de razones. O de las verdaderas razones. Él me habló mucho sobre lecciones y de que me amaba – lo miré fijamente –. No como algo incesto, sino como si yo fuera... como si yo fuera un hijo para él. Es estúpido, lo sé... Pero lo sentía yo así.
–Wow.
–La cosa es que: los lugares a donde yo te lleve, me llevó mi hermano. La mayoría, mejor dicho. Y me he sentido esta vez como si fuera él. Aunque claro, yo no soy el que se suicidará. Y he sentido los recuerdos como a carne viva.
» Pero bueno, no hablaré de mí. La cosa es que ya sabes, mi hermano era casi como tú. Era la clase de chico que....
–Todo el mundo quería ser – siguió él –. Sí, creo que podríamos tener eso en común. Prosigue, por favor.
–Sí, bueno. Él me enseñó que: una sonrisa pública, no es una sonrisa realmente verdadera. Entiendo si sientes presión por ser el chico popular y adinerado. Todo el mundo querrá varias cosas de ti, claro. Pero, si logras ver más allá de los ojos mundanos, si logras ver en el ojo verdaderamente humano, veras quien vale la pena y quién no. Supongo que mi hermano no pudo ver muchos con ese ojo, y los secretos lo llevó a la ansiedad, depresión y desespero.
» Guardar todo mata, Jungkook. Y no sé si esto sea nuevo para ti, pero, si me lo permites: quiero ser amigo tuyo, ayudarte a ver que el color gris no es sólo desespero, tiene la misma vivacidad que los colores del arcoíris. Y, Jungkook, si esto ayuda, he sido fan tuyo hace mucho. Admiro lo elocuente que eres a través de redes y lo espontaneo también.
» No quiero perder a otra persona por culpa de la presión que ejerce la sociedad. No por culpa de esa basura. En unos años, cambiará de bazofia (estereotipos) y puede que todo mejore o empeore. ¿Quién sabe?
» Jungkook... no sé qué papel vine a hacer a este mundo. Te juro que no lo sé, pero quiero creer que es salvar a la gente de la muerte. Al menos, si se trata de suicidios. Morir puede que te haga creer que te hace arreglar tus problemas, pero créeme que no es así. Sólo dejas más a los que te quieren, acá en vida.
–Taehyung – me llamó –, lamento mucho lo de tu hermano, en serio. Pero, bueno, él tuvo sus razones para lo que hizo. Pero no te confundas conmigo. No soy de los que piensa mucho las cosas – sonríe apenado, como si lamentara lo que está a punto de decir.
» Yo... te agradezco mucho lo que ha intentado hacer. Gracias por tratar de cambiar mi decisión. Pero como dijo una tía mía hace unos años: Tengo que hacerlo rápido antes de que me arrepienta. He tomado la decisión de morir, sin razón alguna.
» Supongo que jamás he necesitado una razón para algo. No necesité una razón para vivir. No necesité razones para disfrutar. Y no necesito razones para morir, más que deseo propio.
» Lo siento si llego a ofenderte. En serio. Pero quiero decirte, que mi decisión está hecha. Te seguí el juego porque no quería morir con mi último día en tristeza.
» Y gracias. En serio. Aprecio mucho que hayas sido el único que haya acudido a mi después de que yo anunciara eso. Pero yo no quiero vivir, no quiero estar acá. No quiero crecer, no quiero reproducirme y mucho menos enamorarme de verdad. He estado acá diecisiete años, y no me siento tan a gusto como debería. He disfrutado de lo que muchos anhelan y ojalá pudiera dárselos, porque yo no lo quiero. La verdad es que jamás he querido algo en mi vida como lo es morir. No sé, simplemente deseo morir. Fuera de problemas psicológicos, eso quiero.
Lo miré fijamente y con una mirada cargada de tristeza y dolor. Rápidamente me sentí mal, no debería sentirme así, no debería sentir ese sentimiento en mi pecho como si una escena se repetía. No. Jungkook no es mi hermano. Y ni en ese tiempo ni este es mi culpa. Lo volví a mirar y noté que el miraba al amanecer que estaba comenzando a salir. Aquel amanecer venía cargado de presión y de dolor. Hoy sería la última vez que lo vería. No habría otra vez. Jungkook se iría para siempre, sin que pueda llamar, mandar fotos o mandar una carta. Irá al final de todo ser humano.
Sonreí y cerré los ojos.
Gracias, Jungkook Jeon, por demostrarme que no era necesario una razón para morir. Pero no tomaré tu ejemplo. Yo viviré y golpearé a la vida justo en la cara y le demostraré que yo puedo superarla y ser feliz. Lo siento, pero también te considero un poco patético por hacerlo.
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UN DÍA PARA VIVIR | KOOKV
FanfictionUN DÍA PARA VIVIR | KOOKV Taehyung siempre ha admirado de lejos a Jeon Jungkook, quien ostenta dinero, chicas y una vida espectacular, hasta que lee su aviso en Facebook sobre su suicidio y decide pedirle su último día para tratar de convencerlo de...