Una Vida Entre 4.

4.

Alex se despertó y sintió que algo había pasado pero no sabía qué; se levantó de la cama se puso lencería solo en la parte abajo y una blusa gigante que tenía entre sus maletas; al voltearse hacia la cama vio que había una camisa cortada y desgarrada en su cabecera, no le presto importancia así que fue hacia la cocina para preparar de almorzar.

Del otro lado de la casa del lado de la cocina había un pasillo donde llegaban al baño y otras dos aviación una era de Mariel; a dentro de esta se encontraba Mariel, Lucyel y Gabriel.

-¿Que te paso Mariel?- dijo Lucy.

-no quiero contarlo- dijo Mariel todo traumado.

- vamos no puede ser tan malo… o ¿sí?-dijo Gabi.

- no fue malo, de echo fue muy bueno y no creo poder hacerlo con alguien más…- dijo Mariel.

-¿tan bueno?- dijo Lucy.

-sí, prácticamente me violo- dijo Mariel.

-¿por eso estabas amarrado a la cabecera?-dijo Gabi.

-si me amarro para que no me moviera, y me mato a sentones-dijo Mariel.

-no pues me toca-dijo Lucy.

-noooo!! Me toca a mí- dijo Gabriel.

-una piedra, papel o tijeras-dijo Lucy.

-piedra, papel o tijeras!!- dijeron ambos.

Gabriel saco piedra y Lucy saco tijeras

-ja gane, el siguiente en cogérsela seré yo-dijo Gabriel.

Los tres salieron del cuarto de Mariel y olieron la comida que estaba preparando Alex.

-huele rico-dijo Gabriel animado después de oler lo que preparaba Alex.-~buenos días princesa~- dijo Gabriel.

- buenos días- dijo muy cantarina Alex.

Sirvió en los patos un omelet y pasó a dárselos a los tres que anteriormente se sentaron del otro lado de la barra, y ella se terminó de preparar el suyo; lo único que vieron los muchachos eran sus piernas.

-*chiflido*- hizo Lucy- uff-

-*le da un codazo Gabriel*-

-ya sé que me ven las piernas- dijo Alex aun de espaldas.

-y ¿te molesta princesa?- dijo Lucy para molestar.

-no, tu puedes seguir mirando y si quieres puedes tocar- dijo Alex molestando a Lucy, se levantó y se acercó a ella sensualmente.

- ¿enserio?-dijo emocionado.

-no, no te pongas tan serio-dijo Alex con entre risitas.

-ándale princesa-respondió Lucy poniendo su mano en la cintura de Alex- será un ratito, te divertirás-

-por favor estoy comiendo, aparte no sabes coquetear lucyel, siéntate- dijo Gabriel.

-ay que bien chingas!!-dijo Lucy.

-se pueden callar a la mierda?!- al fin grito Mariel.

Se sentaron a comer, en el siguiente orden de izquierda a derecha: Mariel, Gabriel, lucyel y enfrente Alex.

-Una pregunta, ¿alguien sintió el temblor?- dijo Alex.

-*Mariel recordando lo que paso anoche*- casi se atraganta con la comida-*toser* *toser*

-cálmate, ¿andas bien?-dijo Gabriel mientras le pegaba en la espalda.

-entonces ¿si, lo sintieron?-dijo dirigiéndose a Lucy e ignorando a Mariel.

-sí, estuvo potente hasta se movía mi vaso de agua- dijo Lucy.

-uuyy, como no me espante, y hasta escuche a la llorona- dijo Gabi.

-dejen  de hablar de mierda- dijo Mariel mientras se levantaba de golpe en la mesa.

-pero si tú lo sentiste más fuerte hasta no te podías mover- dijo Gabriel.

-ya estuvo, verga, siempre me haces lo mismo- contesto enojado hacia Gabriel- y tú…- apunto a Alex y dejo de hablar para sonrojarse.

Mariel salió de la cocina tapándose la cara con su antebrazo izquierdo para que no lo vean sonrojado.

-oye Alex, ¿te puedo invitar a salir?- dijo Lucy.

-si ¿porque no?- contesto Alex.

-oye ¿qué te pasa?, ¿en qué quedamos?, sabes la reglas de la casa- dijo Gabriel hacia Lucy.

-¿que? Ella dijo que si, ¿no?, eso es lo que cuenta-dijo- a las 6 en el cine, te espero princesa- dirigiéndole un giño.

-el que cocina no lava, échense un volado, yo iré a ver a Mariel- dijo a los dos idiotas.

-no se vale-dijeron ambos.

Alex salió de la cocina para iré al cuarto de Mariel a revisar como estaba, toco la puerta y trato de entrar pero estaba atrancada.

-Mariel, ¿estás bien?-

-si, por favor vete- dijo agitado.

-Es que creo que estas enfermo, te vi la cara roja, y ahora estas agitado, déjame entrar para ver que tienes-

-no abras por favor-

-estoy entrando-

Al abrir la puerta encontró a Mariel con su miembro fuera, todo rojo y sudando, no sabía que hacer ya había cerrado la puerta, que posterior mente se atranco y no podía salir.

-¿te quedaras ahí? O ¿me ayudaras?- refiriéndose a su miembro.

-…- Alex no dijo nada solo avanzo lentamente.