𝐒𝐋𝐎𝐖𝐋𝐘 --- Taiju Shiba.

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POV; Takada (n)

Acababa de hablar con Mikey, logré convencerlo para que me deje participar en la pelea contra Izana, me avisó que el enfrentamiento empezaba a las diez de la noche. No faltaba mucho para eso, así que me puse mi uniforme de la Tokyo Manji y salí hacía el punto de encuentro que habíamos fijado con Mikey.

Cuando salí a la calle me encontré con los tres hermanos Shiba, y me alegró verlos a los tres con una sonrisa de oreja a oreja. Taiju se acercó a mí y me abrazó a modo de saludo.

- ¿Lista?

- No, nunca estoy lista - Reí nerviosa.

- Tranquila, eres una de las mejores que conozco cuando se trata de pelear - Me sonrió - Porque el primero siempre voy a ser yo, obvio.

- Me estás ofendiendo, pero te la voy a dejar pasar - Ambos nos reímos, para luego abrazarnos.

- ¿Te puedo pedir algo? - Dijo y lo miré.

- Sí, mientras no sea faltar a la pelea.

- Tranquila, no es nada de eso - Suspiró - De hecho, para hacerlo necesitas estar ahí. Quería saber si puedes cuidarles las espaldas a mis hermanos, se que se pueden cuidar solos y todo eso, pero esto que te pido es solo si están siendo vencidos por algún loco que tenga intención de matarlos...

- ¿Y a mí quién me va a cuidar?

- Mmm, piensa - Me sonrió - Empieza con T y termina en aiju...

- Está bien, acepto - Lo abracé, y pensé que se iba a ir sin más, pero antes de hacerlo me besó. No recordaba si ya nos habíamos besado, pero si lo habíamos hecho no importaba, porque este beso había sido mucho mejor.

Como no me lo esperaba, me quedé mirándolo con la boca abierta, y él solo rió por mi reacción. Me sonrió y se alejó con sus hermanos, quienes le gastaban bromas por lo que acababa de hacer conmigo.

Ellos tres salieron para un lado, pero yo emprendí viaje para otro por las instrucciones que Mikey me había dado, una vez llegué al lugar que él me había dicho, dejé mi moto estacionada y entré sin perder más tiempo. Pues faltaba media hora para la pelea.

- ¿Puedes creer que Emma y Hina quieren participar?

- ¿Eh? - Reaccioné con lo primero que se me vino a la mente.

- No saben pelear comparadas con los chicos que van a estar en el equipo de Izana - Me miró - Necesito que las protejas.

- Perdón... ¿Por qué yo?

- Primero que nada, porque son tus amigas - Suspiró - Y bueno, no hay segundo ni nada de eso, solo se que te lo pido a ti porque eres la persona en la que más confío de todo mi círculo.

- Me halaga estar en esa posición, y te prometo que voy a hacer lo mejor que pueda - Me pausé - Pero por favor prométeme que tu me cuidarás la espalda a mí también. Todos necesitan protección de algún tipo.

- Te lo prometo, no quiero que nadie salga herido...

- Yo tampoco Mikey...

Se bajó del lugar en el que estaba sentado y se acercó a mí para abrazarme. Su cara de preocupación se transformó en una de alegría casi instantáneamente, me sonrió y me miró como si nada hubiera pasado.

- ¿Vamos a la pelea o qué?

- Vamos...

Ahora debía cuidar a los hermanos de mi novio y a mis mejores amigas, esto no podía salir bien al cien por ciento, de ninguna manera. Trataba de no preocuparme, pero ya me había sugestionado.