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POV: Taiju Shiba.

- ¿Qué? - Dije incrédulo con las lágrimas aún resbalando por mi cara - ¿De verdad piensas eso? - Takada asintió

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- ¿Qué? - Dije incrédulo con las lágrimas aún resbalando por mi cara - ¿De verdad piensas eso? - Takada asintió.

- Lo vengo pensando desde hace un tiempo ya, y no podía esperar más para decírtelo - Me sonrió.

- Me alegra que hayas decidido contármelo, pero ¿No parece un momento raro para decirlo? - La miré y pareció recordar sobre lo que estábamos hablando y el porqué de mis lágrimas. Quiso disculparse, pero antes de que lo pueda hacer puse mi mano frente a su cara y hablé - No hace falta que te disculpes, lo entiendo.

- Si no hacía falta, ¿Entonces por qué me lo hechas en cara? - Cuestionó y yo solo reí.

- Perdón, pero sabes que amo llevarle la contra a las personas, y especialmente a ti.

Nuevamente rio y ésta vez yo me sumé a su risa, quedamos así por un largo rato, hasta que decidimos que era tiempo de ir a acostarnos. Esta vez nos metimos dentro de la misma cama, sin poner nuestras cabezas de lados opuestos y sin ningún sentimiento oculto por el otro. De esa manera fue mucho más fácil dormir para ambos, no como aquella noche de Navidad en la que dormimos juntos solo porque yo no cabía en el sofá.

(...)

A la mañana siguiente desperté solo en la cama, pero el olor a tostadas me hizo saber que mi novia estaba desayunando. Mi novia, con el historial que tenía de llevarme mal con las personas, nunca creí llegar a decir eso. Aún no creo que haya una persona que me quiera tan incondicionalmente como lo hace Takada, sabe todo lo que le hice a mis hermanos pero sin embargo me quiere y me tiene paciencia como para explicarme porqué estuve mal al comportarme así con ellos y como podría mejorar como hermano mayor.

- ¿Sabes? - Escuché la voz de Takada romper el silencio y levanté la vista de mi celular - Por la noche, cuando nos acostamos en mi cama, mi mente no pudo parar de pensar en una sola cosa - Ví como le bajaba el volumen a la televisión y elevé una ceja - Pensaba en que sería de buena ayuda en la pelea, no sería un estorbo como la mayoría de ustedes debe pensar.

- ¿Quién dijo que yo pensaba que eras un estorbo para nosotros?

- Nadie, pero quizás porque estoy "recién salida del hospital" no me querrían llevar con ustedes como parte del equipo - Cuando terminó la oración bebió de su café.

- Voy a serte sincero, no creo que vayas a ser un estorbo, pero debes tener en cuenta que no va a haber nadie para defenderte de los demás peleadores si es que te están dando una paliza... - La miré serio, y ella no dijo nada - El problema es ese (n).

Ambos nos quedamos en silencio, la había dejado pensando en las cosas malas que podrían pasar, así que rápidamente pensé en un comentario que la distraiga.

- Además, ¿Quién le haría compañía a Emma y a Hina? - Luego de decir eso pensé que la conversación quedaría cerrada.

- Ellas también podrían ser útiles, Emma fue a clases de lucha junto a sus hermanos cuando eran más pequeños, y en cuanto a Hina, ella aprendió a pelear de Yuzuha - Sonrió - Nosotras nos "entrenamos" entre nosotras - Me reí por los gestos que hizo con sus manos.

- Entiendo, lo mejor sería que le pregunten a Mikey, porque al final del día, quien decide todo es él.

Ambos sonreímos y seguimos pasando tiempo juntos,  hasta que (n) recibió una llamada por parte del Sano del medio, pero en vez de quedarme hasta que finalicen su conversación, decidí volver a mi hogar para prepararme para la pelea que sería en tan solo unas horas.

Los nervios que me generaba no poder garantizar la seguridad de mis hermanos solo se volvía mayor con cada minuto que pasaba. Justo cuando tenía intenciones de arreglar las cosas con ellos es cuando más peligro están corriendo.

- ¿Todo bien? - Sentí una mano en mi hombro, era Yuzuha.

- Sí... pensaba en la pelea de mañana.

- Aah ¿Y por eso estás llorando? - Toqué mi cara, no me había dado cuenta de lo que me había pasado.

- Es que, estoy tenso... muy tenso - Traté de disimular.

- Taiju, seré menor que tú pero se reconocer cuando alguien miente - Se sentó a mi lado - Por favor, soy tu hermana... Háblame.

- No, no quiero que me veas como un débil - Quise mirar para otro lado porque, esta vez, sentía que iba a llorar.

- Te voy a ver como un débil si no me cuentas - La miré con cara de ofendido y ella solo rió desganadamente.

- Tengo miedo...

Nos quedamos callados, y cuando iba a seguir hablando la puerta fue abierta por Hakkai, quien nos vió en el sillón sin estar peleando y se sorprendió. Dejó sus cosas sobre la mesa y se acercó a nosotros aún sin creer lo que veía.

- ¿Qué está pasando acá?

- Hakkai, hay algo que quiero decirles - Retomé la palabra y Yuzuha me sonrió como apoyo - Como sabrán, mañana es la pelea contra Izana, y tengo... miedo. Miedo de que les pase algo, no quiero que salgan heridos porque no pude protegerlos mientras peleaba para una pandilla de la que nisiquiera soy parte...

Miraba a mis hermanos a los ojos, no importaba lo  mucho que me costara mantener ese contacto visual, quería mantenerlo la mayor cantidad de tiempo posible. Nunca me había sentido tan vulnerable frente a mis hermanos y quería, que por una vez, los tres estemos en sinfonía para que entiendan como me sentía.

Sentí un cuerpo rodeándome, era Yuzuha, quien sollozaba contra mi cuello sin parar. Unos momentos después ví como Hakkai se acercaba para sumarse al abrazo, y no pude sentirme de otra manera que no sea feliz.

- Disfrutemos esta noche, y mañana nos preocupamos por la seguridad de todos, estoy seguro de que nos vamos a arreglar para salir todos vivos.

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𝐒𝐋𝐎𝐖𝐋𝐘 --- Taiju Shiba.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora