CHAPTER 1

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soy Dafne, una chica con cabello corto castaño y ojos color avellana. Me encanta tener mi cabello corto porque es fácil de peinar y mantener, y me hace sentir fresca y juvenil. Además, el color castaño resalta mi piel y mis ojos, haciéndome sentir más segura de mí misma.

Mis ojos son grandes y redondos, con un cálido color avellana que cambia de tono según la luz. Me encanta cómo mis ojos se ven cuando uso maquillaje, pero también me gusta cómo se ven naturalmente, cuando la luz del sol los hace brillar.

Tengo una nariz pequeña y una boca suave, que siempre parece estar ligeramente sonriendo. Mi piel es suave y luminosa, y tiene una tonalidad cálida.

En general, me gusta cómo me veo con mi cabello corto castaño y mis ojos color avellana. Creo que refleja mi personalidad y me hace sentir más segura de mí misma. Me encanta ser yo misma, y mi apariencia es solo una parte de ello.

Estudio magisterio infantil en la universidad, es una profesión que me gusta desde pequeña.

Estaba en mi habitación vistiéndome, ya que habría una fiesta, así que cuando me aliste, Sali al pasillo.

La luz del pasillo ilumina a una pareja desnuda cuando abro la puerta.

- ¡Lo siento!, me equivoque de habitación.

Caras desconcertadas me miran mientras cierro la puerta, con las mejillas sonrojadas.

Una débil música de fiesta rebota contra las paredes del pasillo, empañada por gritos y risas. Sacudiendo la cabeza, miro las llaves que mi compañera de habitación me pidió que le lleve.

¿Dónde demonios esta?

No estoy lo suficientemente ebria para esto.

Busco mi teléfono para enviarle un mensaje justo cuando un hombre sale corriendo de otra habitación. Cuando se da cuenta de mi presencia, sus manos de apartan de la pretina de su bóxer, revelando un gran e impresionante abultamiento.

- ¡Por dios! - me tapo los ojos y miro hacia otro lado, esperando que se mortifique y se disculpe. Pero el tipo hace lo contrario. Se ríe.

-sabes que soy decente, ¿verdad?

Su conocida voz ronca hace que mis ojos se abran, aterrizando inmediatamente en su bóxer.

-No sé si le llamaría decente a eso.

Una cálida sonrisa sale del hombre mientras miro al techo.

- ¿tienes miedo de desmayarte si me miras?

-no, solo pensé en darte un poco de privacidad.

- ¿Ah, ¿sí?

-La mayoría de las personas se sienten un poco incomodas cuando las atrapan haciendo el paseo de la vergüenza.

-no me siento incomodo.

¡¿de verdad, Dafne?!

¿Qué esperabas de Enzo López?

Por algo le llaman el "casanova" en nuestro campus.

Como si supiera lo que estoy pensando, Enzo me mira con un brillo de picardía en la mirada.

-Las personas que lo presencian también suelen intimidarse.

- ¿dices que te intimida mirarme?

Dejo caer mi mirada y examino sus definidos abdominales, sus fuertes brazos y sus ajustados bóxer.

El, por supuesto, se da cuenta, así que hago lo posible por centrarme en su cincelada mandíbula.

-No especialmente. Pero las cosas se pondrán muy raras cuando tu ligue salga a trompicones caminando detrás de ti.

Lección de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora