RECALL

Longest Winter

Una vez más, la realidad golpeaba con fuerza, como un boxeador.

Steve se sentía un maldito segundón en la vida de su amada Natasha. Tesla, sin ningún motivo aparente, intentaba calmarlo, pero como todos, no tenia éxito. Le daba rabia haber reventado la antigua sala de operaciones de su amada Peggy con una pelea contra Bucky por la grabación de un durmiente que había despertado mal y por razónes que no conocía logró secuestrar a Natasha en el mejor momento. No quedaba ni el polvo de la pelea. El Soldado de Invierno no solo estaba buscando a Natasha por las ordenes del malvado Karpov, también movido por un sentimiento realmente humano: el amor. Ella le hacía recordar que era una persona humana y si no fuera por ella, se hubiera pegado un tiro.  

Unas palabras que él no pudo decir en voz alta como él.  

-Venga, Rogers...¿en serio? ¿Por qué los hombres sois tan...sentimentales? 

-Tesla...¿tu nunca has amado?-Preguntó bastante curioso 

-No tuve tiempo...solo quise a mi padre y tu amigo lo mato- comentó con indiferencia, como si fuera una de las hojas con menos significado de su vida. Algo que simplemente le parecía extraño- así que lo mataré y pisaré terreno peligroso 

-¿Nunca pensaste en olvidarte de todo y marcharte, sin venganzas? Total, mataste a varios elementos de tu pasado 

-No es suficiente 

Con aquellas últimas tres palabras, ella se marchó. Steve dejó de maltratar al pobre saco y se ducho para volver con sus compañeros. Con un nuevo loco en posesión de una loca controlada, ya no sabían que hacer. Ni Tarasova tenía respuestas ante ello que no fuera simplemente matarlo antes de que hiciera un mal peor. Ella decía que dejaran al "soldadito" matarlo y luego arrancarle de sus brazos a Natasha. Ella aseguraba que todavía Tania Belinsky, otra neurocirujana que se perdió tras la guerra fría, seguía viva y que podía hacer el mismo trabajo que Antonovna o Rodchenko. Pero ella no sabía donde estaba. Al igual que Rodchenko, ella se encargó de guardar bien su identidad.  

Fuera lo que fuera, tenían el reloj y las ventajas en contra de ellos. No sabían nada de las misiones que le pusieron a ese rojo, no sabían donde podrían encontrarle y mucho menos como actuar. Con el Fantasma Eléctrico al lado, solo supieron buscar a la antigua usanza. Era extraño, pero cada pista era falsa, ya que cada vez que veía una cámara simplemente sonreía, cayendo en que era migajas porque él quería simplemente jugar con ellos, cual juego de un niño realmente perturbado. Él no los buscaba, buscaba al Soldado de Invierno. Pero una vez más había desaparecido.  

-No ha desaparecido, busca a Natasha- repetía una y otra vez el capitán, pero ninguno de ellos se daba cuenta

Los días se volvieron semana y con el las cosas se volvían más desesperadas. Tanto, que las visitas de Fury eran dos veces al día, alegando que tenia que vigilar todos sus movimientos. Tesla también estaba muy nervioso con todo aquello. Ella aseguraba que no era por la Viuda Negra, era por el Soldado de Invierno.  

Si así estaba Tesla, no querían imaginarse a Karpov.  

-No entiendo...¿Que tanto odia Novokov a Barnes?- preguntó Steve

-Quizás él quería a Natasha para él y le salió mal por los tubos de céfiro o odiaba no ser el favorito del oso panda- soltó un tanto "graciosa" el fantasma

-¿Él sabe que Bucky y Winter son la misma persona? 

Aquella estúpida e ingenua pregunta de Barton hizo que todo cobrara un pequeño y estúpido sentido. Ya que Tarasova no recibió el mismo entrenamiento que las dos Viudas Negras, era normal que no supiera que eran la misma persona. Pero era muy probable que Novokov si lo supiera, por lo que ampliaron su búsqueda a través de los lugares en los que se recordaba la memoria de Bucky. Eran pocos y algunos estaban prácticamente destruidos. Quizás era una terapia de choque ante las manipulaciones de Rodchenko y Karpov. Visto que tenían cierta debilidad por los lugares poco probables, decidieron ir a por ellos.