Veinti... ¿Qué? | KookV

Capítulo 07

TaeHyung se encontraba aburrido dentro de su cuarto mientras pensaba en todo lo que había pasado con JungKook desde que se habían conocido.

Pensó en el último encuentro que tuvieron, y pensó también en las incontrolables ganas que había tenido en ese entonces de que Jeon lo hiciera suyo.

No sabía en qué momento se había empezado a sentir tan malditamente atraído e hipnotizado por JungKook, pero para ese entonces había decidido ya no dudar más ni cuestionarse nada; porque la tensión que existía entre ambos era palpable para todos, y no existía nada que pudiera acabar con aquella atracción que los consumía a través de cada mirada.

O bueno, eso quería creer.

Suspiró algo cansado y se levantó del borde de la cama para ir a buscar algo de agua, pero el sonido de su celular lo detuvo un momento antes de salir de la habitación.

Tomó el aparato, y observó la brillante pantalla que enseñaba con letras grandes el nombre de JiMin una y otra vez.

Sonrió de lado antes de atender la llamada.

─¡Hola, TaeTae! ─saludó el mayor con alegría.

TaeHyung se sentó nuevamente sobre su cama y suspiró.

─Hola, JiMinie ─saludó el menor.

Su mente aún seguía divagando de aquí para allá en los recuerdos que tenía de los momentos vividos con JungKook.

Ese chico era como una droga, y eso de cierta forma lo perturbaba; porque pensar tanto en una persona, al final de cuentas, siempre te lleva a una y sólo una cosa.

Y él no quería caer de esa forma ante Jeon. No por ahora por lo menos.

─Te noto algo apagado, ¿estás bien? ─preguntó JiMin curioso.

TaeHyung apretó los labios y rió nerviosamente.

─Sí, no te preocupes. No es nada ─contestó vagamente mientras desviaba su mirada de aquí para allá para despejar su mente.

Del otro lado de la línea se escuchó un sordo sonido proveniente de la boca de JiMin, indicándole claramente al castaño que no creía para nada en sus palabras.

─Siento que cierta personita tiene algo que ver con tu estado de ánimo, Tae. Y ambos sabemos de quién estoy hablando ─Las palabras de JiMin eran tan poco sutiles, que los incontables pensamientos de TaeHyung comenzaban a dispararse nuevamente hacia Jeon.

Dios, debía dejar de pensar en él.

─¿Qué? No, nada que ver ─titubeó el menor─. ¿Por qué no mejor me dices para qué me llamaste? No quiero que hablemos de esa personita.

JiMin rápidamente soltó un pequeño chillido en modo de ofensa.

─¿Qué quieres decir con "Para qué me llamaste"? ─El tono fingidamente indignado del mayor, logró sacar una linda sonrisa por parte de TaeHyung, quién rodó los ojos mientras negaba con la cabeza─. ¡Soy tu mejor amigo, TaeHyung! ¡Te puedo llamar cuántas veces quiera y cuándo yo quiera sin tener que necesitar un "por qué", feo!

TaeHyung no aguantó más, y a los pocos segundos de escuchar aquellos gritos por parte de JiMin, se largó a reír feliz; agradeciendo de tener a Park en su vida.

─Sabes que te quiero ─canturreó Kim.

Fue JiMin esta vez quién rodó los ojos.

─Sí, sí ─soltó con gracia─. Aunque bueno... ─mencionó risueño─, sí te llamaba por una razón en específico.