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- Apaga tu puta alarma Hann, por favor. - Jackson casi pega un grito con mi segunda alarma 

- Quiero levantarme a las siete.

- No me jodas, Hann. Son las seis de la mañana, pon tu maldita alarma a las siete. 

Tenía la costumbre de poner unas tres o cuatro alarmas antes de la hora en que iba a levantarme, de lo contrario no lo haría a la primera. Apague mi alarma y pospuse la siguiente porque aunque odiaba a Jackson, era un tema de respeto, y solo deje la que sonaría a las siete. Dada la hora me levante con la alarma y Jackson revoloteo los pies entre las cobijas debido a que no lo dejaba dormir. Trate de hacer el menor ruido posible, tome ropa de mi maleta y fui al baño para cambiarme y lavarme los dientes, llene un bote de agua y tome mis audífonos para bajar al gimnasio.

Acostumbraba ejercitarme un poco antes de ir a clase o salir y tenía que aprovechar el gimnasio del edificio. Me registré y use algunos aparatos para hacer mi ya acostumbrada rutina. Volví a la habitación a las 8:40 y Jackson seguía dormido, me acerque a la ventana para abrirla y levantar las cortinas.

- ¿Enserio eres tan ruidosa?

- Son casi las nueve, Wang, Levántate tenemos que buscar una solución a esto.

Jackson se levanto de mala gana y busco una camiseta para vestirse mientras yo seguía en mis cinco minutos de descanso después del gimnasio.

- ¿Vas al gimnasio?- preguntó Jackson

- ¿No es obvio?- Señalé la ropa deportiva que estaba usando. 

- No, por eso lo preguntaba. Tienes el cuerpo marcado pero no parece que te guste ejercitarte, tu culo debería ser más grande. 

- Al igual que tus músculos. ¿Cómo mierda es que haces ejercicio pero te sigo viendo igual que cuando te conocí? apuesto a que los músculos de tu debilucho brazo no han crecido ni un solo centímetro

- Muy graciosa, Yang.

- Si dejaras de beber a lo imbécil tal vez verías mejores resultados.

- ¿Ahora vas a darme consejos sanos?

- No, de hecho si mueres de una sobredosis sería mejor para mi, no tendría que lidiar con una solución para este cuarto. 

- Buscaremos la solución después de que vaya a desayunar, créeme no sabes lo insoportable que puedo ser cuando no he comido

- ¿Enserio puedes ser peor?

- Mucho peor. Anda Hann, vamos a desayunar, no quiero que termines desmayándote como la ultima vez. 

La única vez que Jackson había sido amable conmigo fue aquella vez donde me desmaye en un ensayo por no haber ingerido ningún alimento en todo el día y eran al rededor de las cuatro de la tarde.

Debido a que no reaccione con el típico algodón con alcohol, Jackson tuvo que cargarme hasta la enfermería y se quedo ahí hasta que desperté, me dio algo de comer y después estuvo regañándome por ser tan descuidada con mi alimentación y arruinar el ensayo.

Bajamos al comedor, él aún con la misma ropa que se había levantado y yo con la ropa del gimnasio.

- Parece que tú me traes mala suerte- Se dirigía a mi pero su mirada estaba puesta en el cartel frente a la puerta cerrada del comedor- No puedo creer que enserio justo hoy no haya servicio por problemas técnicos. 

-Eso no es problema mío.

- No pero siempre que estas cerca algo malo pasa.

- Jodete, Wang.

8H  Jackson Wang +18 [NUEVA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora