Sorry little Tantei

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-S-sueltame! .-  grite sintiendo como Gin me arrastraba hacia la cama.

- vas a agradecerme por el echo de que te deje salir libremente ?

- mh..ya te di las gracias..porfavor, no me hagas esto.- dije medio suplicando.

No quiero que me quite nada y pueda descubrir la nota que escribí, si la llegara a ver u leer podría terminar muerto.

- Tengo una idea...a más como pronto nos iremos...,vamos a intentar lo de antes pero esta vez no te dejaré escapar.-Dice agarrándome del pelo, sentándose en la cama.

- mmh...s-sueltame!.- trato de quitar su agarre en mi.

- vamos Kudo, sé un buen chico o es que a caso quieres que les pase algo a tus amigos y familiares ? .- dice amenazandome con una sonrisa de triumfo. A lo que yo bajo la cabeza, negando lentamente.

- n-no es justo...

- claro que no, asi que portate bien, estoy seguro que sabes hacer lo que te pido verdad? .- dice fingiendo dulzura, acariciandome el pelo, acarcando más mi cabeza hacia su hombría.- venga, no llores pequeño, pronto tendrás ese pequeño rato de libertad que tanto anhelas...pero...

-mh..pero?

Ignora mi pregunta y procede a desabrocharse el pantalón, para luego sacar su ya duro y erecto miembro.

- empieza...no tenemos mucho rato.

- mmh .- traté de protestar pero ya todos sabemos que no lograré nada con eso por lo que cerré los ojos y obedecí. 

Empecé a lamerselo lentamente, con asco y miedo. Mientras, él jadeaba de satisfacción,  tirando levemente del pelo para marcarme un ritmo que me provocaba arcadas.

-ngff -traté de llamar su atención al notar que me la hincaba hasta la garganta, no podia aguantar más las ganas de vomitar.

Al no hacerme caso opté por rozar los dientes.

-Kudo...sin dientes, a no ser que quieras que te los quite, no verdad ?

Levante la mirada con temor, me dolia la boca ya y se me hacia molesto notar aquello en mi garganta.

-Dejame guiarte pequeño.- acaricio mi pelo.- cierra un poco tu boca y mueve tu lengua, ya pronto termino. Solo con pensar y ver de tenerte asi ya me deja al límite.- Me ordenó él.

Obedecí solo para terminar con esa tortura, y al cabo de unos largos minutos terminó en mi boca, en el borde de mi garganta obligandome a tragarme su asquerosa esencia.

-Muy bien Kudo, poco a poco irás aprendiendo a hacerlo mejor, pero será en otro momento, por ahora acomodate la ropa que nos vamos.

Me quedé quieto al escuchar su declaración, en verdad pensaba hacer eso más veces?