Albus

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Cuando su padre anuncio que consiguió trabajo como profesor de defensa, su madre lo felicitó, de la misma forma que su padre la felicito a ella la semana pasada, cuando aviso que ahora trabajaría para el departamento de aurores y si lo hacía bien considerarían su petición para ser inefable a finales del siguiente año, definitivamente su madre tuvo la reaccion más feliz, James casi se ahoga con su saliva, a Lily se le salió su leche chocolatada por la nariz y Albus derramó demasiada miel en sus hotcakes.

La noticia no mejoro cuando lo anunció en la reunión semanal con los Malfoy y Granger. Tampoco lo hizo cuando todos lo felicitaron y la tía Astoria dijo que estaba tratando de conseguir trabajo en Hogwarts también, bromeando con su esposo y Harry sobre recomendarla.

Al llegar a la plataforma 9¾ solo se despidieron de su madre, su padre se había ido una semana atrás junto al tío Draco para hacer los preparativos para las clases.

Nada fue distinto, excepto que todos sus compañeros hablaban de lo genial que era su nuevo profesor de defensa, lo admitía, su padre era genial en lo que hacía, enseñaba de forma divertida y casi nunca se usaban los libros o había necesidad de hacer alguna tarea fuera de un pequeño resumen de lo que se vio en la semana o cosas así. Eso no quita que le fuera imposible sentir agrado por el nuevo profesor, aunque fuera su propio padre.

Algo le hacía querer alejarse cada que su padre le hablaba, lo abrazaba o le sonreía, siempre sintió que había algo mal en que su padre fuera tan feliz, como si no se lo mereciera o no tuviera razones para serlo, ese sentimiento lo incomodaba. Vamos, es su padre, salvador del mundo mágico, si alguien merecía ser feliz definitivamente era él, saber eso nunca hizo que el pensamiento desapareciera, pensar que su padre debería ser miserable lo hacia querer vomitar. Al entrar a Hogwarts logró no pensar en esas cosas y en su lugar esforzarse por ser el mejor en la clase de su tío favorito y lo logró, en palabras de su tío "era el mejor primer año en transformaciones que Hogwarts había visto". Al regresar a casa esos pensamientos regresaron pero no les dio importancia pues prefería pensar en su siguiente año en Hogwarts o cómo iría de pijamada a la mansión Malfoy durante las vacaciones.

Pensó que su segundo año sería igual, pero su padre se convirtió en profesor, ahora estaba enojado casi todo el tiempo, pensando que su papá definitivamente no debería estar tan feliz, no tendría que serlo cuando se casó con su madre, eso era nuevo. Nunca le había dado tanto tiempo para pensar que la razón por la que su padre no lo merecía era por haberse casado con su madre. ¿Por qué pensaba eso? Definitivamente Albus amaba a su madre, claro, a veces se sentía incómodo con ella pero era su madre, la amaba. Cualquier persona que estuviera con su madre sería afortunada ¿por qué sentía que su padre era lo opuesto? Que casarse con su madre era suficiente razón para que no mereciera felicidad. Albus no lo entendía ni pretendía buscar hacerlo y bendito sea Scorpius que lo obligó a ir a las cocinas, distrayendo sus pensamientos.

Ya casi eran los exámenes de final de año, se sentía listo para cualquier cosa, excepto para defensa de las artes oscuras, no era su culpa, el año anterior fue casi el mejor en esa clase, simplemente este año estaba muy ocupado odiando la felicidad del profesor como para concentrarse en la clase, claro, sabía lo básico, se obligó a sí mismo a leer todos los libros de segundo año para no reprobar nada, pero había cosas que no entendía y sabía que lo mejor sería buscar asesorías con su padre, pero también sabía que no lograría concentrarse en lo absoluto. Scorpius pensó que era por temor a que su padre se decepcionará, Albus lo dejó pensar eso.

Ese mismo día Scorpius lo invito a comer con su padre, era algo normal, casi cada semana Scorpius, Albus y su tío Draco comían juntos, su tío les preguntaba como iban, si tenían alguna novedad o si tenían alguna complicación. Siempre fueron sus días favoritos pues hablaba muy libremente con su tío, Scorpius y él se hacían bromas y Draco se reía de ellas. Esta vez Albus le comentó el problema y Scorpius dijo muy sutilmente, no lo suficiente para que Albus no se diera cuenta, sus suposiciones. Draco le dijo que si quería él podía enseñarle, pues según su tío, nunca saco menos que lo mejor en cualquiera de sus clases.

Desde ahí diariamente, al final de sus clases, Albus iba a la oficina de su tío mientras para que él le enseñara, lo hacía de una forma tan fluida, seguramente no era el mejor en el tema y a veces debía corregirle algo que ya había aprendido y Draco había olvidado, aun así su tío todo lo decía con tanta seguridad que era difícil no aprender, el día del examen casi deseo no aprobar para seguir teniendo esos momentos solo con su tío enseñándole, ese deseo no superó el de hacer sentir orgulloso a su tío y saco una calificación casi perfecta.

Casi saltó de la emoción cuando su tío le regalo una pluma automática, pluma que tomaba los apuntes por ti pero no te pasaba el conocimiento automáticamente, su tío aclaro este punto demasiadas veces, recordándole que tenía que estudiar los apuntes y prestar atención en clase.

Su felicidad se desvaneció un poco cuando vio cómo su tío le regalaba una escoba a Scorpius. Sabía que no estaba bien sentirse celoso de Scorp, a fin de cuentas el tío Draco era su padre y había sacado excelentes en todas las materias, pero quería el orgullo con el que Draco miraba a su hijo, como si dijera "ese es mi hijo y estoy a un paso de levantarlo en brazos y presumirlo a todo quien se me atraviese"

No lo diría, pero quería que esa mirada se dirigiera a él, no como el amigo de su hijo, ni como un sobrino o el hijo de su amigo. Quería ser su hijo.





NOTAS:


Acá están los trabajos de los adultos:

Astoria: profesora de pociones, antes pocionista independiente
Draco: profesor de transformaciones, antes trabajaba como pocionista junto a Astoria
Harry: profesor de DCAO, anteriormente auror
Ginny: inefable, antes auror, antes de eso jugadora de quidditch


Al principio quería a Harry como Auror pero es mejor ponerlo de profe

Los niños son un amor, sus sentimientos son culpa de la herencia de sangre, cosa que explicara Ginny en unos capítulos y que en la descripción de la historia se menciona

Asuntos heredadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora