Yo si te quería

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Yo si te quería, sabes?

Te quería muchísimo, pero todo iba muy rápido y no me dio tiempo de procesarlo, lo que si sabía es que junto a ti podría llegar a donde yo quisiera. Lamentablemente, tu orgullo te pudo, perdiendo y haciendo daño a una persona que si te amaba de verdad, a una persona que iba a estar para ti en las buenas y en las malas, a esa persona que lo único que quería era hacer las cosas bien.

Lo pasé muy mal, que digo, sentí como si me quitaran un trozo de mi alma, un trozo de mi corazón, un trozo de mi vida. No pude parar de pensar en que hice mal para que te alejaras de esa forma, solo pensaba en el reencuentro, en esa mirada tuya tan característica, en ese abrazo que me hace sentir tan en casa, en esa sonrisa que me solías dedicar. Nada de esto sucedió, en su lugar, solo existieron 3 miradas rápidas y tímidas, y ninguna señal de que quisieras que estuviera allí.

Te extrañé, pero no a ese chico que me ignora, me habla cortante e intenta evitarme, extrañé a ese chico del principio. Era cariñoso, simpático y educado, ese chico que me prometía un futuro con él, ese chico que, sabiendo que tirar canastas es su actividad favorita, es capaz de quedarse conmigo por el simple echo de estar junto a mi. Ese es el chico del que yo me enamoré, y del que me gustaría enamorarme otra vez. ¿Si sigue ahí ese chico? Sí, creo que sí, solo tiene que encontrar la persona indicada que sepa llegar hasta ese rincón de su hermoso corazón y no, me temo que esa persona no soy yo.

¿Habrá algún chico así en el mundo? Puede ser, pero es muy difícil de encontrar. Esa fue la única vez que un chico me hizo sentir mariposas, la única vez que un chico me hizo sentir especial y la única vez en la que un chico me hacía confiar ciegamente en él.

Con él me sentía en la luna, en el sol, en otra galaxia. Daba igual donde estuviera, porque lo tenía a él. Y aunque supiera lo especial que él era para mí, nunca me di tanta cuenta como el día en el que me abandonó. Ese día descubrí como se comportaba con la gente. Él era frío y distante, todo lo contrario a lo que era conmigo, en ese momento supe que yo fui importante para él en algún momento de su vida, pero ya no más.

Lo único que puedo hacer para sentirme cerca de él es ponerme su sudadera. Sigue oliendo a él, da igual las veces que la lave, y para que mentirnos, huele a un campo lleno de rosas.

También he querido mandarle algún que otro mensaje disculpándome y diciéndole que quiero volver, pero para que me disculparía si no hice nada malo. Tampoco serviría de nada mandarle un mensaje diciéndole que le echo de menos, ya que a él no le importo nada.

Y así estamos, el sigue feliz con su vida mientras que yo me como por dentro todos los días, pensando en que habría sucedido si no le hubiera conocido o sino hubiera dicho nada acerca de lo que yo sentía .

Te lo vuelvo a repetir, yo si te quería, pero al parecer tu orgullo te venció.

Sentimientos a flor de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora