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Taeyong le dio una mirada a su refrigerador, vacío era un eufemismo ante tal imagen, y casi podía afirmar que el moho se veía apetitoso. Hace varios días que su comida se hubo acabado, no quedaba nada más que el recuerdo de los alimento que una vez tuvo, y su ración de sangre también se veía afectada por su recesión pues le quedaba bolsa y media de sangre ORH+ que con suerte y la bendición de Lucifer le daría fuerzas para un par de días. ¿Y qué haría después? El poco dinero que tenía ahorrado en el banco sería para pagar la pensión de su universidad.

—No debí gritarle a mi jefe —se reclamó a si mismo — tal vez así aún sería un vampiro empleado.

Claro que cuando su pervertido jefe le ofreció aumentar su salario a cambio de un momento en su oficina el enojo del vampiro se disparó porque odiaba ser tratado como una puta simplemente por ser gay. La sociedad humana era compleja, tenía tantos o más estereotipos y críticas que la sociedad vampiro. Seúl lamentablemente era una ciudad costosa, aún más para un vampiro pues la sangre era tan cara como un hotel en Dubai.

—¿Cómo es que a ti no te preocupa el dinero, Ten? —le preguntó a su amigo, otro vampiro que conoció en la Universidad.

—Porque yo conservo mi empleo —recalcó con burla.

—Ten... eres bailarín en un club.

—Burdel —corrigió.

—¿Y eso no es peor?

—¿Alguna vez has visto ese lugar? Es literalmente un palacio.

—Sigue siendo un burdel.

—Pues ese burdel me da el dinero para vivir cómodamente.

Taeyong se imaginó a Ten, delgado como lo era él mismo, vestido con ropa sugerente y bailando para un grupo de degenerados. La imagen mental le causó repelús. Nunca hubo juzgado a su amigo por su trabajo, al fin y al cabo que no se prostituía, pero era algo que él mismo no se atrevería a hacer de tener más opciones. Sólo que ahora no tenía ni una opción.

—¿Has pensado en ello?

—No sé si me sentiría cómodo trabajando ahí.

—Sólo piénsalo, no harías nada impropio.

—¿Alguna vez te han obligado a hacer algo que no quieres allí?

—Nunca, Doyoung no permitiría tal cosa.

—¿Doyoung es el esposo de Jaehyun?

—Así es, es esposo de uno de los Jung.

El estómago del vampiro desempleado rugió por el hambre y aunque a Ten se le hizo gracioso también le dio mucha pena la situación de su amigo.

—Podrías acompañarme esta noche, si no te gusta el ambiente simplemente desistes y buscas otro empleo.





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En la noche, Taeyong se vistió con un pantalón negro ceñido, zapatos tenis del mismo color, una camisa lacre transparente y una chaqueta de cuero negra. Ten le dijo que seguramente así vestido no saldría virgen del burdel. Cerca de las diez de la noche estaban ya frente al establecimiento. Taeyong tuvo que tragarse sus palabras. Eso no era un burdel, era literalmente un aquelarre vampiro.

—¿Es bonito no?

—Demasiado para ser un burdel.

—Espera a verlo por dentro.

BURDEL VAMPIRO ✩Yutae✩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora