Cap 00.

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Pov' Evangeline.

Un quinto suspiro se había escapado de mis labios entre abiertos, como siempre el día era aburrido, el sensei hablando sin cesar de un tema que ni me interesa.

No creo que eso me sirva para que sea una heroína, ¿o sí?

– Eva, presta atención a la clase que luego yo debo estarte pasando la materia  –me regaño de manera algo fría mi mejor amigo haciendo que yo abulte un tanto mis labios rosados y algo resecos por falta de bálsamo labial.

– Shotō~ no me regañes, esta materia es aburrida... Además, ¿De qué me sirve esto para ser héroe?

– Tal vez para tener conocimiento del exterior,  uno nunca sabe lo que se puede enfrentar, ahora deja de parlotear y toma apuntes.

Sin evitarlo le saque la lengua.

De un momento a otro, el piso empezó a temblar, todos los alumnos nos alteramos incluso Shotō, el maestro dijo que había que salir en orden en lo cual CLARAMENTE nadie cumplió, todos salieron corriendo aún con el piso temblando cada vez peor, las grietas de las paredes poco a poco eran más notorias haciendo que pequeños pedazos de cemento caigan en nuestros pies.

– Eva, mantente junto a mi, no quiero que nada te pase – Se dirigió a mi el de doble quirk y yo por miedo solo asentí, yo iba como a cuatro pasos tras de él, de pronto su rostro se arrugó en modo de susto– ¡Cuidado!

Gire para ver qué pasaba pero era tarde para moverme, el gran trozo de cemento iba cayendo como si fuera en cámara lenta.

Y antes de quedar inconsciente escuché un – ¡Evangeline!– Demasiado desgarrador.

Mi mente estaba en blanco para no decir que todo era negro, estaba viendo mis brazos ya que de estos desprendían un brillo un tanto peculiar, eran como las de una explosión, amarillo y naranjo.

No tenía ni idea de porque eso pero al frente mío llegó una luz blanca, por lo que leí era para que me lleven al otro mundo, al cielo.

Eso me estaba llamando, era cálida y todo, me traía paz, una cual no sentí nunca.

Cuando pretendía acercarme mis brazos me lo impidieron, el brillo amarillo con anaranjado se hacía más intenso.

“aun te falta porque vivir, tonta”.

Y con esas palabras termine despertando, de inmediato el olor a medicamentos llegó a mis fosal nasales haciendo que me mareé, nunca fui fanática de los hospitales.

Espera, ¿Estaba en el hospital?

– ¿Qué mierda me pasó?... –pregunte al aire, claramente no había nadie que conteste la pregunta.

Había una aguja en mi antebrazo, mis dedos lo quitaron con sumo cuidado.

Suspire bajito y mire aún más a mi alrededor, había un peluche de Koala con un globo que decía “recuperate” en el velador, mi mente llegó el nombre de Shotō.

La puerta siendo abierta me dejó desconcertada, ahí había un señor.

Yo lo conozco.

– Hija, que bueno que despiertas –Se acerco mi padre a una silla para sentarse en ella, osea al lado de la camilla en donde yo me encontraba.

– Si... ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? –decidi ir directo al punto, sentía mi cuerpo todo adormecido.

– Llevas casi un mes en la camilla, Shotō viene siempre, de hecho... Falta como media hora para que venga.

– Pensé que estabas en tu empresa, osea... Siempre estás trabajando.

El me miró con algo de confusión pero luego tomo aire y acomodó sus lentes.

– Mi hija es más importante que convertir a un jovencito en héroe.

– Togata-sempai es tu alumno papá, es alguien prodigio y se le ve un buen futuro –susurre para incorporarme mejor en la camilla.

– Igual, primero está mi familia y luego el trabajo... Ya no soy el mismo de hace 10 años, recuerda.

– Eso lo sé, solo que no pensé caer en el hospital por un terremoto.

– Hija no fue un terremoto, fue un ataque de un villano, estaban buscando a un alumno a quien secuestrar.

Mi reacción fue simplemente abrir mi boca en forma de "o" y así emitir un sonidito de incredulidad.

Pasamos los primeros minutos en silencio hasta que me dieron ganas de ir al baño, pero en eso mi padre me detuvo con su voz algo ronca.

– ¿En serio quieres entrar a la UA, Eva? – Me lo pregunto tan de repente que solo las puntas de mis pies tocaron el frío suelo de cerámica.

– Claro que quiero entrar padre, ha ido mi sueño desde que tengo uso de razón, quiero ser un Héroe como EraserHead, mi héroe favorito, seguir sus pasos y uno nunca sabe, ser el héroe N1.

– Bien, solo necesitaba una afirmación, era para darte una recomendación a la UA y que ingreses en el mismo día.

– ¿No hay que hacer pruebas? Escuché que para ingresar hay que hacer pruebas, algo así.

– Pero si yo te recomiendo vas a ingresar en el mismo día, así que no te preocupes, solo enfócate en tu salud física... Aún te costará caminar.

Estaba apunto de hablar cuando entro Shotō con una bolsa negra, al verme consciente dejo la bolsa a un lado solo para abrazarme fuerte, no sé en qué momento se acercó tan rápido pero lo hizo, como pude seguí el abrazo con la misma fuerza.

– Eva, pensé que no despertarias en unas semanas, como habían dicho los doctores.

– A veces los doctores hacen cálculos malos, por algo no son profesores de matemáticas – Bromeó un poco causando que este solo ruede los ojos.

Pronto estaría ingresando a la UA, con alguna cicatriz pero nada de que preocuparse.

¿O si?






















No me resistí y cree otra historia, ¿Okey?

Chao chao.

¡Kabum! - Bakugo Katsuki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora