He Always Wanted to Kill Me After Saving the Sick Girl

3

Alguien viene? ¿Por qué no lo escuchó? ¿Es porque es de día?

Bai Zhi inmediatamente entró en pánico, bajó la voz y le preguntó a Ji Yue: "¿Puedes decir cuántas personas hay?"

¡No seas el grupo protagonista, de lo contrario, ella y Ji Yue no pueden escapar!

Jiyue escuchó: "Uno, dos, tres ..."

"¿Hay tres?" Bai Zhi se sorprendió. ¡El grupo protagonista también eran tres personas cuando subieron a la montaña!

"No, son cuatro" Ji Yue negó con la cabeza.

Bai Zhi tragó con miedo. Había tanta gente aquí, y era mediodía de nuevo. Si ella y Ji Yue estuvieran en su estado actual, es casi seguro que morirían.

"Ji Yue, escondámonos, antes de que nos encuentren ..." Bai Zhi agarró el brazo de Ji Yue, tratando de tirar de él detrás de la gran roca.

Inesperadamente, Jiyue no se movió en absoluto, mirando fijamente al frente.

"Eso es muy tarde."

Tan pronto como sus palabras cayeron, cuatro hombres fornidos aparecieron en la entrada de la cueva, bloqueando la tenue luz del sol.

"¡Hermano, ven a ver! ¡Hay gente en esta cueva!"

"Ven y mira si hay cosas valiosas ..."

"¡Viejo cuarto, mira el de la derecha! Entonces, ¡¿no es ese Rakshasa ?!"

"¡De verdad! ¿Cómo puede Rakshasa estar con los humanos?"

Los cuatro disfrazados de bandidos pronto descubrieron que el encogido Baizhi era un Rakshasa. No huyeron a toda prisa como los aldeanos ordinarios, sino que sacaron el machete alrededor de su cintura y mostraron una expresión ansiosa.

"Este Rakshasa es demasiado delgado y débil a primera vista. Y es de día otra vez ... Hermanos, no tengan miedo, ¡lo atrapamos vivo y lo cambiamos por plata!"

Bai Zhi los miró con nerviosismo, sin saber qué hacer. Obviamente, esto es solo un pequeño grupo de ladrones, no un grupo protagonista con una fuerza explosiva. Pero incluso algunos pequeños ladrones son más que suficientes para lidiar con ella y Ji Yue, y todavía tienen armas en sus manos.

Cuatro hombres grandes golpean a dos ancianos, débiles, enfermos y discapacitados, ¡no tienes vergüenza!

Los bandidos apretaron el machete, entraron en la cueva y se acercaron lentamente en dirección a Bai Zhi. Se hizo el silencio en la cueva húmeda, excepto por la respiración agitada de los bandidos.

¿Va a morir aquí tan pronto?

Bai Zhi apretó los puños de mala gana, tensó su cuerpo y estaba a punto de precipitarse con todas sus fuerzas, una sombra deslumbrante de repente brilló a su lado.

Jiyue, que se suponía que estaba sentado a su lado, apareció frente a los bandidos como un fantasma. Su cabello todavía estaba ondeando al viento, y antes de que el bandido pudiera reaccionar, las manos de Ji Yue se estrellaron contra el pecho de dos de ellos.

Solo escuchando dos sonidos amortiguados de "poof", la sangre salpicó todo Ji Yue inmediatamente. Los dos bandidos que fueron golpeados miraron sus pechos en silencio, solo para darse cuenta de que en realidad sus pechos fueron perforados por este adolescente humano.

"Tú, bastardo ..."

Antes de que terminara de hablar, Ji Yue sacó las manos con cuidado y los dos cayeron al suelo de inmediato. Los otros dos se sorprendieron por el incidente y se congelaron, solo entonces pensaron en contraatacar.