He Always Wanted to Kill Me After Saving the Sick Girl

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El corazón de Bai Zhi de repente mencionó su garganta. Sabía muy bien que con su condición física actual, moriría en nueve muertes contra cualquier Rakshasa, sin mencionar que la otra parte tenía cinco.

Si Jiyue está aquí, podría ser mucho más fácil, pero ahora Jiyue aún no está claro ...

Bai Zhi pensó en la mancha de sangre carmesí bajo sus pies, y las líneas verticales en sus pupilas de repente se volvieron más delgadas, como una marca de garra afilada, que se veía particularmente sombría en la noche oscura.

"¿Tienes miedo? ¡O tienes miedo tonto jajajajaja!"

"Esta reacción es algo similar a la de los humanos, si sabe igual ..."

Los Rakshas se rieron de la debilidad de Bai Zhi y se acercaron lentamente con malas intenciones. La espalda de Bai Zhi cayó levemente, sus ojos fijos en sus pasos y los fríos pelos de todo su cuerpo se erizaron.

Esta fue la primera vez que vio a un Rakshasa que no fuera Jiyue desde que vino a este mundo. Son exactamente iguales a los descritos en la novela, cada uno es un monstruo espantoso y aterrador.

¿Cómo hacer? ¿Qué puede hacer ella ahora? ¿De verdad quieres dejarte devorar por estos monstruos?

Pensando que había tenido hambre durante tantos días, ni siquiera había visto una comida deliciosa, y la mejor comida que había comido eran las fresas silvestres recogidas en el mes, se sintió triste por un tiempo.

No ... ¡No puedes morir tan fácilmente! ¡Ella no está reconciliada!

Como si una llama se encendiera en su pecho, Bai Zhi apretó los dientes y movió los ojos con cuidado, como para echar la mirada detrás de los Rakshas sin querer.

"¿Eh?" Este pequeño movimiento de ella no escapó a los ojos de unos pocos Rakshasa, quienes voltearon la cabeza con sospecha y miraron juntos hacia atrás.

-¡Nieva!

Bai Zhi aprovechó esta oportunidad para darse la vuelta de inmediato y escapó con la mayor fuerza. El viento helado le soplaba los oídos y el viento le dolía las mejillas, pero en ese momento, no había forma de solucionarlo, solo quedaba una voz en su mente:

¡correr! ¡Cuanto más corras, mejor!

"¡Bah! ¡Fui engañado por este bastardo!"

"¡Apresúrate!"

Cuando los rakshas oyeron el crujido, se dieron cuenta de que habían sido engañados, aullaron de ira y los persiguieron como bestias salvajes.

Bai Zhi, que corría salvajemente con la cabeza cubierta, estaba tan asustado que casi gritó cuando escuchó el movimiento detrás de él acercándose constantemente.

¡Joder, su velocidad es demasiado rápida! ¡No puedes escapar de esta manera!

Bai Zhi sintió que su pierna estaba a punto de romperse, pero después de un tiempo, el Rakshasa lo persiguió.

"¡Cosa pequeña, puede correr si no la ves!"

El Rakshasa que alcanzó a Bai Zhi primero la tomó por la nuca y la levantó como a un pollo.

"Pero está bien, me salva de robar a otros ..." Estiró el cuello y miró a Bai Zhi de abajo hacia arriba, su boca se ensanchó, mostrando dientes afilados como conos.

"... ¡Déjame disfrutarte a solas!"

El recipiente de sangre apestosa se abrió de repente, y apuntó al hombro de Bai Zhi y quiso morderlo. ¡Bai Zhi se mordió el labio inferior y voló hacia arriba y pateó a Raksha en la nariz!